El tabú del traslado de favelas en Río
El alcalde carioca no descarta la eliminación de los barrios pobres
El joven alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha roto un tabú ideológico y semántico, el que se refiere al traslado de las favelas de Río de Janeiro, sobre todo las cercanas a las áreas nobles de la ciudad y que ocupan los lugares con las vistas más privilegiadas y espectaculares. Paes ha querido reabrir la polémica discusión. "La remoción no es la mejor opción en el caso de las comunidades ya consolidadas. Pero el asunto no puede ser tratado como un tabú, ni descartado. Debe y merece ser discutido por la sociedad", afirmó el domingo empleando una palabra prohibida, "remoción", según recogió el diario O Globo.
La discusión pasó rápidamente a todos los foros de Internet. En general, los cariocas, en un porcentaje que raya el 80%, están a favor del traslado de las favelas, pero advierten de forma unánime que, en ese caso, se debe trasladar a sus actuales habitantes a un lugar digno, con todas las infraestructuras modernas, para evitar que los nuevos barrios vuelvan a ser ocupados por el narcotráfico, como sucede actualmente.
Un caso triste y sintomático del pasado es el de la Ciudad de Dios, objeto de varias películas, un barrio que fue pensado para trasladar algunas favelas que habían sido levantadas en áreas de riesgo y que ha acabado convirtiéndose en otra favela, más violenta que muchas otras.
Autoritarismo
El tema resulta un tabú ideológico además de semántico, porque la palabra remoción y su cumplimiento comenzó a llevarse a cabo bajo la administración del gobernador Carlos Lacerda (1960-1965), que trasladó a cientos de familias de las favelas, en un acto que fue considerado autoritario. Con todo, sin aquellos traslados, los lugares más privilegiados de la ciudad, como la Lagoa Rodrigo de Freitas, que linda con los barrios nobles de Leblón e Ipanema, se habrían convertido en otros tantos barrios de chabolas.
Por ello, Sérgio Magalhães, catedrático de Urbanismo en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), insiste en que la palabra no debe ser "remoción" de las favelas, ún término que suena a autoritarismo, sino que hay que hablar de "recolocación" de aquellos ciudadanos en lugares más dignos.
Al mismo tiempo, mientras se discute la palabra prohibida, las favelas continúan creciendo en Río de forma alarmante. La de Rocinha, que en el año 2000 tenia 16.999 habitantes, hoy cuenta con 25.915, un crecimiento del 65%. Según el Instituto Pereira Passos, en las imágenes de satélite se detectan más de 50 nuevas manchas de favelas en formación. De acuerdo con este instituto, Río cuenta hoy con 968 favelas, incluyendo las 218 recién descubiertas.
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