El PRI, más cerca de recuperar el poder en México, según las encuestas

A menos de seis meses de las elecciones para renovar la Cámara de Diputados, el Partido Revolucionario Institucional ve más cercana que nunca la posibilidad de recuperar el poder. Consulta Mitofsky, una de las firmas encuestadoras más respetadas en México, reveló este fin de semana que en los pasados doce meses el PRI ha conseguido nueve puntos más de preferencias electorales, o lo que es lo mismo: hoy le creen seis millones de personas más que hace un año.

Además, en ese mismo periodo "el PRI no sólo ha incrementado su identidad sino que arrebató al PAN la posición de menos rechazado. El PAN no sufre en el año en esta variable con un sano 25% de rechazo, y el PRD, (...) presenta un incremento de 8 puntos en el porcentaje de ciudadanos que dice que no votaría por él".

Realizada a finales de enero y con un margen de error de 3.1%, la encuesta de Consulta deja ver que el PRI tenía 33.3% de respuestas a su favor, el oficialista Partido Acción Nacional era segundo lugar con 25.8%, mientras que el Partido de la Revolución Democrática, PRD, que en 2006 disputó al PAN el primer lugar electoral, apenas lograba la simpatías de 11.7% de la población.

La Cámara de Diputados está compuesta por 500 diputados y se renueva cada tres años. El país está dividido en 300 distritos electorales. Cinco partidos además del PRI, PAN y PRD se disputarán los votos en cada uno de esos 300 espacios, y los restantes 200 legisladores, llamados plurinominales, se reparten acorde con la votación que cada fuerza política haya obtenido.

Ante las permanentes pugnas internas de la izquierda (PRD) y el desgaste que la crisis de inseguridad, entre otras cosas, ha provocado en el gobierno federal (PAN), la probabilidad del retorno del PRI es vista por observadores como natural, pues quienes gobernaran México durante 71 años muestran hoy una fachada de unidad al tiempo que proponen un discurso de "nosotros sí lo sabemos hacer".

La delantera que Consulta Mitofsky le da al PRI (33%) podría parecer lejana a la que el lunes pasado le pronosticó el periódico El Universal (39.9%) y días antes la empresa Buendía & Laredo (41%), pero en el mismo documento se explica que Consulta no eliminó a quienes no revelaron su preferencia, y sostiene que si hay un partido cercano a lograr el 42.2% de las preferencias que se requiere para afianzarse como mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, ése es el PRI.

En la nota metodológica que acompaña la encuesta, Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, apunta que al PRI "le bastaría ganar justo 162 distritos para acceder a 251 diputados, es decir, hoy sí estaría en condiciones de mayoría absoluta, simplemente conservando su actual preferencia y ganando el mismo número de distritos que en 2003". Es decir, de convertir la actual preferencia en votos, por ley al PRI se le asignarían tantos diputados de los 200 plurinominales como sean necesarios para lograr la mayoría.

Pero no son sólo las encuestas las que hacen que el PRI tenga confianza. La historia electoral de 2007 y 2008 alimenta su ego: en ese periodo hubo elecciones en 20 entidades de las 32 que componen México y del total de votos, el 43% fueron para el PRI, 29 para el PAN y 17% para el PRD, según un recuento realizado por el propio Campos.

El politólogo Sabino Bastidas destaca que esta es la primera vez que el PRI recupera preferencias electorales desde 1991, cuando logró su récord electoral. Desde entonces, venía perdiendo votos de manera consistente. "Lo que estamos viendo ahora sí es un repunte efectivo".

La paradoja de este retorno, subraya el analista, es que son los mismos cuadros, los mismos políticos que fueron expulsados hace nueve años quienes se aprestan a disputar los máximos espacios. "Aunque sí hay que señalar que existen rostros nuevos que despiertan expectativas, como el gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto".

Otra explicación de la ventaja del PRI, según Bastidas, es que al convertirse en gobierno el PAN (desde el 2000 en la Presidencia) y el PRD (desde 1997 en la capital del país), se quitaron "las barreras diferenciadoras entre partidos. Ahora ya tienes en todos el mismo halo de corrupción, entonces la gente ya no encuentra los diferenciadores entre unos y otros y la "marca PRI" ofrece una especie de confianza de ejercicio de gobierno estable. Hay un voto regresivo ante el temor de inestabilidad".

En los días por venir, una oleada de nuevas encuestas inundará los medios mexicanos, todas buscando seguir el pulso de una sociedad que empieza a sufrir los estragos de la crisis económica de cara a la cita electoral del 5 de julio.