Dos detenidos en Australia por los incendios que han arrasado el sureste del país
La lluvia trae cierta calma al Estado de Victoria - Al menos 181 personas han muerto y 5.000 han perdido su hogar
La Policía australiana ha detenido a dos personas sospechosas de haber provocado uno de los incendios que han arrasado el sureste de Australia en los últimos días. El fuego ha dejado al menos 181 muertos y a 5.000 personas sin hogar. Según fuentes policiales, no se descartan más arrestos.
"La investigación está comenzando", ha asegurado un portavoz de la Policía, quien ha confirmado que "dos personas están siendo interrogadas", aunque no ha dado más detalles al respecto. Los medios locales vinculan a estos sospechosos con el fuego de Churchill, en el este del Estado de Victoria, que ha dejado destruida la ciudad de Marysville, y donde habrían muerto alrededor de un centenar de personas.
En Victoria, provocar un fuego de forma intencionada se castiga con penas de entre dos y 15 años de prisión, aunque si el pirómano causa alguna muerte el castigo se incrementa hasta el cuarto de siglo.
El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha calificado de "asesinatos en masa" las pérdidas humanas provocadas por los últimos incendios, los peores en la historia del país oceánico. El jefe del Ejecutivo ha anunciado para este jueves la celebración de un funeral de Estado en memoria de las víctimas. El último balance sitúa en 181 los fallecidos, pero las autoridades prevén que las muertes superen los dos centenares a medida que se investiguen las zonas devastadas, especialmente en el Estado de Victoria.
La lluvia trae cierta calma
Mientras, la débiles lluvias caídas este jueves en el este de Victoria han reducido la amenaza de los incendios y llevado la calma a los habitantes por primera vez en seis días. Según las autoridades, aún arden cerca de una docena de frentes, aunque el fuego ya no supone una amenaza para la población.
Las condiciones son mas frías y húmedas, y ha caído una tenue lluvia en el nordeste, los bomberos han logrado construir las líneas de contención necesarias para evitar que se junten los frentes de Yarra y Maroondah, entre los cuales la distancia se había reducido a 18 kilómetros.
También se han controlado los frentes abiertos de Yea y Murrindindi, que amenazaban las comunidades de Connellys Creek, Crystal Creek, Scrubby Creek y Native Dog Creek. Y en el sureste del Estado, la región de Churchill ha recibido hasta 12 milímetros de lluvia, poniendo fin al peligro.
Más de 4.000 bomberos, 1.000 de ellos llegados de otras partes del país y de otras naciones, continúan trabajando en las labores de extinción con el apoyo de 600 vehículos y 28 helicópteros y avionetas.
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