Hallados 16 cadáveres en el Estado mexicano de Chihuahua

La ola de violencia que sacude México, particularmente el norte, volvió a ser noticia ayer con la aparición de otros 16 cadáveres ejecutados en el Estado de Chihuahua, informaron fuentes oficiales.

Entre los fallecidos se encuentra el jefe de Policía de la localidad de Praxedis, G. Guerrero, en el Valle de Juárez. Fue localizado decapitado frente a la Presidencia Municipal, pero su caso no es el único, ya que la Subprocuraduría de Justicia Estatal también confirmó la muerte en similares circunstancias del comandante de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal Martín Castro. Los sicarios depositaron su cabeza dentro de una nevera frente a la comisaría de Policía.

También en la zona del Valle de Juárez, han aparecido dos hombres muertos dentro de sus coches. Otro hombre más fue ejecutado este sábado con alrededor de 50 balazos de rifle, mientras que otro, perdió la vida en el hospital este fin de semana a causa de las heridas sufridas por disparos.

Cadena de ejecuciones

Son sólo algunos de los ejemplos de una cadena de ejecuciones que, según informaciones de El Universal, han tenido su máxima expresión en los últimos días con la aparición de los cuerpos sin vida de seis hombres vestidos de policías municipales cuyos cadáveres presentaban signos de tortura y balazos en distintas partes del cuerpo.

La situación ha llegado a tal punto que diversos grupos autodenominados de vigilancia están amenazando a las bandas del narcotráfico en la frontera con EE UU, como respuesta a la ola de asesinatos y secuestros que dejó 1.600 muertos en Ciudad Juárez el año pasado. Uno de los grupos, que opera en la localidad fronteriza, prometió la semana pasada "limpiar la ciudad de estos criminales" y dijo que su misión era "terminar con la vida de un delincuente cada 24 horas".

Pese a la cruzada emprendida por Calderón desde que asumió el poder en 2006, el año pasado 5.700 personas murieron víctimas del crimen organizdo.

269 detenidos

La lucha contra el crimen organizado se ha convertido en uno de los principales objetivos del Gobierno de México. Sin embargo, el despliegue policial y militar no surtió el efecto esperado durante el año pasado y la delincuencia, especialmente en narcotráfico, sigue en el punto de mira.

Sólo en la primera quincena del año, el Ejército ha detuvo a 269 presuntos narcotraficantes, decomisó más de 36,7 toneladas de marihuana y más de un kilogramo de cocaína. Además, se incautaron de 554 armas, casi 200 vehículos terrestres, una aeronave, dos embarcaciones, 205.000 pesos mexicanos y 84.200 dólares.