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Suráfrica descarta una fuerza de paz en Zimbabue pese al caos en el país

La epidemia de cólera se cobra ya más de 1.100 muertos, según la ONU

El líder del partido en el Gobierno en Sudáfrica, Jacob Zuma, ha descartado hoy el envío de una fuerza multinacional de paz a Zimbabue, pese a la caótica situación en el país , con un presidente acusado de corrupción y presionado por medio mundo para que dimita, con una economía colapsada, con una inflación delirante y asolado por una terrible epidemia de cólera, que ha superado ya el millar de víctimas mortales.

Según las cifras de la Oficina para la Coordinación para la Ayuda Humanitaria (OCHA, en sus siglas en inglés), ya son 1.111 los muertos por el reciente brote de cólera , desatado en agosto. La OCHA ha registrado un nuevo foco en la ciudad de Chegutu Urban, al oeste de la capital, Harare. Más de 20.000 personas se han visto afectadas por la epidemia.

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El brote de cólera se suma a otras circunstancias en que vive Zimbabue, hace no tanto uno de los países más prósperos de África. Robert Mugabe, otrora héroe de la resistencia devenido en sátrapa, lleva 28 años en el poder y lo ha arrasado. La inflación se cuenta en cifras de nueve dígitos, hay un 80% de paro, no funciona ningún servicio público... Para colmo, las últimas elecciones, a finales de marzo, fueron un fraude. Pese a su manejo de todos los resortes del poder para un pucherazo masivo, no pudo evitar la victoria del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) de Morgan Tsvangirai, pero lo obligó a una segunda vuelta. En ella, Mugabe se apuntó sin rubor la victoria, dado que el MDC decidió no participar por la persecución que sufrían sus candidatos y simpatizantes. El clamor popular y las presiones internacionales le empujaron a negociar con el MDC un Gobierno compartido, pero mantiene las negociaciones estancadas para perpetuarse en el poder sine die.

Pese a todo, Zuma ha rechazado una intervención internacional que se viene demandando desde hace tiempo. Aboga, en cambio por la presión diplomática para forzar una salida a las negociaciones entre el partido de Mugabe, el ZANU-PF y el MDC. Figuras políticas africanas, como el primer ministro de Kenia, Raila Odinga, y el premio Nobel de la Paz surafricano Desmond Tutu, han pedido que una fuerza de paz multinacional intervenga en Zimbabue. Sin embargo, Zuma rechaza la idea: "¿Por qué una intervención militar si no hay guerra?", se ha preguntado en una entrevista radiofónica. "Debemos seguir presionando para ver la luz", dice Zuma, en referencia al ex presidente surafricano, Thabo Mbeki, que encabeza una misión mediadora entre Mugabe y el MDC.

Suráfrica es un país clave en la región: es el único medianamente desarrollado económica y políticamente y además, millones de zimbabuenses han entrado en su territorio y en el de otros países vecinos desde Zimbabue huyendo de la desintegración de su país.

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