Sudáfrica declara zona de catástrofe la región fronteriza con Zimbabue

Las autoridades de Sudáfrica han declarado zona catastrófica la región fronteriza con Zimbabue mientras continúa el flujo de ciudadanos que huyen de una epidemia de cólera que ha matado al menos a 774 personas y contagiado a más de 15.000 en el último mes en el país vecino.

"El distrito de Vhembe entero ha sido declarado zona de desastre", ha explicado Mogale Nchabeleng, portavoz del Gobierno provincial de Limpopó, después de una reunión de emergencia de la administración regional. "Hay que tomar medidas extraordinarias para hacer frente a la situación", ha añadido.

Por su parte, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha afirmado hoy en un mitin político que "ya no hay cólera" en el país. "Ya no hay razones para laguerra", ha añadido. El Gobierno ha asegurado en los últimos días que el Reino Unido busca atizar el fantasma del cólera para provocar una intervención militar y derrocar a Mugabe.

La penosa situación económica de Zimbabue mantiene los hospitales cerrados y ha facilitado que la enfermedad, fácilmente prevenible según la Organización Mundial de la Salud, se extienda con rapidez en poco más de un mes. Harare asegura que la situación está bajo control. A principios de esta semana, un equipo de expertos de Sudáfrica viajó a Zimbabue para evaluar la situación sanitaria y económica en el país vecino.

País arruinado

El bloqueo de la situación política entre el actual presidente Mugabe, héroe de la independencia de la antigua Rodesia, lleva en el poder desde 1979. En este tiempo, ha terminado con cualquier oposición y ha tomado medidas que han arruinado económicamente al país, disparando la inflación hasta el 31.000.000% y provocando la carestía en un país que llegó a ser exportador de alimentos. Una de sus medidas más criticadas fue la expropiación de tierras a los granjeros blancos para dividirlas entre campesinos y milicianos leales a su Gobierno.

Las últimas elecciones de abril fueron ganadas por el partido opositor dirigido por Morgan Tsvingirai. Tras unas semanas de incertidumbre y acusaciones de fraude de la comunidad internacional, Mugabe aceptó compartir el poder e iniciar negociaciones. Las conversaciones se han alargado sin resultado alguno hasta este momento. El vacío de poder y gestión ha llevado a la anulación de los servicios básicos, como el abastecimiento de medicamentos a los hospitales o el suministro de agua a la capital, en un país de doce millones de habitantes. Esto último ha propiciado la rápida propagación del cólera en una zona donde la enfermedad es endémica.