McCain intenta recuperar el terreno perdido en Florida
El candidato republicano a la presidencia de EE UU vuelve a las descalificaciones en el 'sunshine state'
John McCain ha llegado hoy a Florida dispuesto a reconquistar este Estado en el que su contrincante, el senador Barack Obama, ha ido ganando terreno en las encuestas en las pasadas semanas. En un mitin en la Universidad Internacional de Florida, en Miami, ha vuelto a recurrir a las descalificaciones que han sido una constante en su campaña en las pasadas semanas, caracterizando a Obama como un candidato no cualificado, que aumentaría los impuestos y que sería capaz de sentarse a dialogar "sin condiciones con dictadores como los hermanos Castro".
Muy cerca de la Pequeña Habana y del epicentro del anticastrismo, McCain ha llegado dispuesto a enseñar su pasado en la marina y sus casi seis largos años de cautiverio a manos de los comunistas vietnameses. "He luchado por este país desde que tenía 17 años. Y tengo las heridas para mostrarlo", ha dicho. "Cuando sea presidente vamos a presionar más al gobierno cubano para que le conceda la libertad a sus ciudadanos. El día en que Cuba será libre está cada vez más acerca".
En este punto de su discurso, la histeria se ha apoderado de los congregados, en su inmensa mayoría latinos llegados de la Calle Ocho de Miami o de la localidad de Hialeah, ambas áreas con una importante población cubana. "Aquí Obama no puede triunfar, no puede ganar las elecciones en Miami porque es socialista, está en contra del sistema capitalista, que es el que nos da libertad", dice Raul Murciano, profesor universitario de 51 años, nacido en Estados Unidos de padres cubanos. "Además, si la economía se ha ido a pique es por la mala gestión de los demócratas. Sólo John McCain puede salvarnos de ésta".
A McCain le ha acompañado la plana mayor del Partido Republicano en Florida, comenzando por el gobernador, Charlie Crist, que le facilitó la victoria al senador en las primarias de enero, dándole su apoyo público y catapultándole en las encuestas. "No se debe subestimar a John McCain", dijo Crist. "Cuando vino aquí a participar en las primarias de enero, algunos le daban por acabado. ¿Sabéis lo que hizo? ¡Ganó! Y ahora volverá a ganar". De momento, Obama le saca a McCain una ventaja de más de tres puntos en las encuestas realizadas en Florida, según el recuento de Real Clear Politics.
En un desesperado intento por apelar a la inmensa bolsa de votantes jubilados que residen también en Florida, McCain se trajo a Miami al senador demócrata -elegido como independiente- Joe Lieberman. Lieberman es judío, como muchos de los retirados que se suelen mudar a Florida desde el norte del país después de su jubilación. El candidato republicano confía en que el apoyo de este demócrata se traduzca en un aumento de votos entre los jubilados moderados. "John McCain es el candidato que necesitamos en estos tiempos de crisis", dijo Lieberman. "Es el único de los dos candidatos que antepone el país a su partido, el único que trasciende las fronteras de su partido, el único que luchará por vosotros y por Joe el fontanero".
Inevitablemente, Joe el fontanero, un votante de Ohio al que McCain quiso convertir en una personificación del votante medio norteamericano en el último debate presidencial, ha sido una parte central de este mitin. "Debemos escuchar a Joe el fontanero, que es la persona trabajadora que se niega a que le suban los impuestos de nuevo", dijo el popular senador cubano-americano Mel Martínez. De hecho, McCain comenzó su discurso defendiendo al tal Joe, de apellido Wurzelbacher, del que se ha descubierto que no tiene licencia para trabajar como fontanero y que le debe al Estado de Ohio 1,200 dólares en impuestos impagados.
"El Senador Obama y su campaña han pasado al ataque con Joe el fontanero", dijo hoy McCain. "La gente está investigándole su vida personal, tiene equipos de televisión aparcados permanentemente en la puerta de su casa. Él no pidió que el senador Obama fuera a su casa. Ni fue contratado por nuestra campaña. Sólo le preguntó a Obama una pregunta. Los americanos deberían poder hacerle preguntas a Obama sin soportar esta presión".
El pasado mes de enero, cuando se celebraron aquí las primaras, el senador había perdido tres de las cinco primarias. Mitt Romney y Mike Huckabee eran, todavía, enemigos formidables. Hasta que McCain llegó a Florida y consiguió el apoyo de los líderes del partido, de los jubilados, los veteranos y, sobre todo, la comunidad latina. Entonces el candidato ganó una ventaja que no perdió en ningún momento, hasta que se aseguró la nominación el pasado mes de marzo.
McCain sabe que, con este mitin, su trabajo en Florida acaba de comenzar. Este Estado ofrece 27 votos electorales, suficientes para decidir las elecciones. En el año 2000 George Bush ganó los comicios por cinco de estos votos. El candidato republicano le debe mucho a este Estado y sabe que puede ser un aliado fiel en su estrategia de mantener los Estados que le dieron la victoria a Bush en dos ocasiones.
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