El siglo de Avedon
Obama y Karl Rove todavía pertenecen a su siglo. Pero Sarah Palin era una desconocida en 2004, cuando Richard Avedon, uno de los mayores fotógrafos del siglo americano, hizo su último trabajo, un reportaje para The New Yorker (que puede verse pinchando aquí), en las que aparecían las potentes imágenes de esa sociedad dividida que iba a dar la victoria electoral por primera vez a George W. Bush (pues no hay que olvidar que la primera victoria, la de 2000, se la dio el Tribunal Supremo y por un voto). Avedon murió de un ataque cerebral mientras trabajaba en esta serie de tipos humanos extraordinaria. Su ausencia ha quedado en parte colmada con la exposición que ha empezado este fin de semana en la Corcoran Gallery de Washington, titulada ‘Retratos del poder’. Estará abierta justo hasta unos pocos días después de la toma de posesión del próximo presidente, a finales de enero.
Las fotos de Avedon nos revelan una sociedad fuertemente polarizada y enfrentada. Dos fotos expresan de forma nítida este antagonismo y, a la vez, la incomprensión mutua entre las dos Américas. De una parte, la de Travis Mair, mecánico de coches, con su esposa Carol, ama de casa, y su hija Mackinze, sin olvidar el fusil que sostiene la mujer, con un chupete en un dedo y el bebé en brazos; la hizo en Winnemucca, Nevada. De la otra, Russ Irwin Porter, director de la Harvard School of Public Health y Christian Schlesinger Porter, maestro de escuela elemental, casados y con su hija Nina; se hallan en Jamaica Plain, Massachussets.
No sabemos si el final del siglo de Avedon significará la recuperación de la unidad civil perdida. Si se produce una victoria de McCain y Palin, a pesar de los mensajes bipartidistas del senador, habrá una mayor polarización. Russ y Christian, y muchos norteamericanos como ellos, verán cómo empiezan a estar en peligro sus derechos individuales. No sería extraño que el Tribunal Supremo prohibiera los matrimonios homosexuales que ahora algunos estados autorizan. Es muy probable que Travis y Carol, en cambio, estén más que satisfechos con una presidencia dispuesta a proseguir la política de la gran estaca en las relaciones internacionales.
Si vencen Obama y Biden, probablemente las cosas seguirán como ya están ahora, aunque los republicanos deberán revisar muy a fondo sus estrategias de confrontación guerracivilistas. Quizás Travis y Carol dejen de convertirse en el espejo conservador y Russ y Christian dejen de suscitar su antagonismo. Quizás otra América, menos dividida, menos polarizada, sea posible entonces. Pero de momento, el siglo de Avedon no ha terminado y sus imágenes de 2004 valen para 2008.
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