Gobierno y oposición firman una tregua en Somalia
Si se respeta el acuerdo, acotado a un periodo inicial de 90 días, pondría fin a 17 meses de violencia continua en el país
El Gobierno de transición somalí y varias facciones de la Alianza para la Re-Liberación de Somalia (ARS) han acordado este lunes un cese de las hostilidades, en un pacto mediado por Naciones Unidas, que reunió a representantes de las dos partes en la vecina Yibuti. Si se respeta la tregua, se pondrá fin a 17 meses de violencia continua en Somalia, que ha costado la vida a más de 6.000 personas y ha desplazado a cerca de un millón de somalíes sus lugares de origen.
Las conversaciones comenzaron el pasado 2 de junio, impulsadas por miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que trataron de involucrar en las negociaciones al grupo guerrillero Al-Shabab, vinculado a Al Qaeda, pero éste rechazó tajantemente la iniciativa.
Según el representante del Secretario General de la ONU para Somalia, Amehdou Ould Abdallah, de momento se ha acordado "poner fin a las hostilidades durante un periodo inicial de 90 días" y la tregua, que entrará en vigor en los próximos 30 días, será renovable. En los próximos días se espera alcanzar nuevos acuerdos para avanzar hacia un alto el fuego definitivo.
La mayor dificultad para lograr un pacto ha sido hasta ahora la presencia de tropas de Etiopía en territorio somalí en respaldo del Gobierno de transición, problema que se ha afrontado con una cláusula que indica que los soldados etíopes saldrán de Somalia en un plazo máximo de 120 días. La retirada de las tropas etíopes estará condicionada, según otra cláusula, a su reemplazo por una fuerza de interposición de la ONU.
El acuerdo, no obstante, corre el riesgo de convertirse en "papel mojado" incluso antes de que pueda entrar en vigor, ya que la Alianza para la Re-Liberación de Somalia no es un grupo homogéneo y varias facciones han denunciado el pacto de "una conjura para legitimar la presencia de las fuerzas etíopes".
Los firmantes del pacto fueron el primer ministro y viceprimer ministro somalíes, Nur Hassan Hussein y Abdi Salam, respectivamente, el jeque Sheikh Sharif Ahmed y el antiguo presidente del Parlamento somalí, Sharif Hassan Sheikh Aden, en representación de la ARS, que también está dominada por facciones islámicas integristas.
Cerca de 2,6 millones de somalíes necesitan ayuda humanitaria y se espera que la cifra alcance los 3,5 millones a finales de año si la situación humanitaria no mejora, según la ONU. El pasado fin de semana se intensificaron los combates, entre las tropas etíopes y los insurgentes, con el resultado de al menos 100 personas muertas.
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