"George W. Bush no es un cowboy obsesionado con Irak y Afganistán"
Las relaciones de España y Estados Unidos van por buen camino y son buenas en términos generales, según Maisto, quien ha sido embajador y asesor especial de la Casa Blanca y del Departamento de Estado para asuntos iberoamericanos
"Bush no es un cowboy obsesionado con Irak y Afganistán, ni tampoco es verdad que se haya olvidado de la diplomacia, ni en el mundo hispánico, ni en otras partes del mundo". Así opina el ex embajador John Maisto (Pennsylvania 1938), diplomático de carrera durante 40 años y uno de los "fontaneros" más importantes del Departamento de Estado y de la Casa Blanca para asuntos Iberoamericanos durante los mandatos de George W. Bush pero también con Bill Clinton. La visita a España de este hispanista, especializado en arreglar y enderezar situaciones complicadas coincide en un momento crucial de las relaciones entre Washington y Madrid, después de que el presidente Bush diera la orden tajante de "arreglar eso", es decir sus relaciones con el presidente español José Luís Rodriguez Zapatero.
"No soy yo quien tiene que dar consejos a nuestro embajador en España, Eduardo Aguirre (Cuba 1946). En cualquier caso creo que las relaciones de España y Estados Unidos van por buen camino y son buenas en términos generales ya que coincidimos en un 90% de los temas, con dos excepciones: Cuba e Irak. Pero en estos dos temas solo diferimos en aspectos de método no de objetivos finales", asegura el diplomático. Maisto es un militante de los temas hispánicos, no en vano su esposa es oriunda de Filipinas, efectuó parte de sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, habla desde los 18 años perfectamente español y su carrera profesional ha transcurrido prácticamente en su totalidad en países y en organizaciones de Iberoamérica.
John Maisto ha sido toda su vida un hombre de "situaciones difíciles" en Latinoamérica, lo que en lenguaje coloquial podría calificarse como un Rambo de la diplomacia, como lo demuestra el hecho de que fuera alto funcionario en la embajada de Manila en 1986 durante los años del fin de la dictadura de Ferdinand Marcos y el inicio de la transición democrática, o en Panamá en 1987 durante el mandato del narco-presidente Manuel Antonio Noriega y del inicio de la cruzada civilista que ayudó a su derrocamiento, o que se encontrara también en misión en El Salvador en 1992, durante la firma del acuerdo de paz con la guerrilla, en 1993 en Nicaragua con el Gobierno de Violeta Chamorro y en Venezuela en 1997 coincidiendo con la victoria electoral de Hugo Chávez.
Pero además Maisto ha sido asesor especial del presidente George W. Bush y de la Secretaria de Estado Condoleezza Rice para asuntos hispanos en temas diplomáticos pero también de seguridad.
"Bush no se ha olvidado de la diplomacia, como mucha gente opina. La diplomacia del presidente Bush ha estado activa en Latinoamérica, pero también en otras partes del mundo incluidas, Asia, China, África o la India. Le aseguro por ejemplo que el próximo presidente de los Estados Unidos recogerá los réditos políticos de lo que se el presidente Bush ha venido haciendo durante estos años en Latinoamérica, aunque quedan pendientes sobre la mesa por resolver temas importantes entre los que sobre todo destaca la inmigración ilegal proveniente de México y de los países de la zona del Caribe", aseguró Maisto al tiempo que recalca que tampoco ha olvidado el conflicto israelí-palestino como lo demuestra su actual gira por la zona y su intención de cerrar su mandato de la misma manera que lo hizo Bill Clinton buscando una solución para esta espinosa cuestión.
John Maisto es consciente al llegar a este punto de que la situación de los presos de Guantánamo es una mala imagen y una pésima propaganda para la política de "democratización" que Estados Unidos impulsa en Latinoamérica. Por eso el diplomático respalda plenamente las manifestaciones del ex secretario de Estado, Collin Powell, quien ha llegado a asegurar que Guantanamo debiera haber sido cerrado hace ya tiempo. Pero a modo de explicación, aunque no de excusa, el embajador Maisto considera que la existencia de esta cárcel esta estrechamente vinculada con la guerra que Estados Unidos lleva a cabo contra el terror.
"¿Cuba y Venezuela?. Estados Unidos siempre ha tratado de entablar relaciones con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero el decidió en un momento determinado darnos la espalda. Veremos ahora que pasa, sobre todo teniendo en cuenta que desde hace mucho tiempo este país no ha dejado de vender una sola gota de su petróleo a los Estados Unidos", asegura el embajador Maisto. Con la misma expectación y curiosidad espera el desenlace de Cuba y de la política de los hermanos Castro quienes en su opinión no han hecho cambios importantes en el país continúan enrocados en el poder sin resolver cuestiones capitales como son las violaciones de los Derechos Humanos, la falta de democracia y los presos políticos.
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