Estado de prevención en Guatemala para forzar el fin de una huelga de camioneros

El Gobierno de Guatemala, que preside Álvaro Colom, decretó en la noche del miércoles (hora local) el estado de prevención —el más blando de los estados de excepción previstos por la ley guatemalteca—, tras el fracaso de las negociaciones con el sector de los conductores del llamado "transporte pesado" (camiones de gran tonelaje). Éstos han bloqueado las principales rutas de Guatemala en protesta por las restricciones horarias impuestas por el Ayuntamiento capitalino para circular por las calles de la ciudad.

La declaración del estado de prevención, que no necesita de la aprobación del Congreso, permitió que, desde el amanecer de ayer, fuerzas combinadas del Ejército y la policía rompieran los bloqueos de carreteras que realizaban los manifestantes, lo que provocó el desabastecimiento de combustible en las gasolineras y el consiguiente caos en todas las ciudades del país. Fuentes oficiales informaron de que también se habían agotado las reservas de oxígeno en los hospitales nacionales.

Por su parte, la Gremial de Exportadores estimó que sus pérdidas, fundamentalmente en productos perecederos, sobrepasan los 500 millones de quetzales (casi 50 millones de euros) diarios, por los productos dañados y el incumplimiento de contratos con sus compradores.

La medida, anunciada por el mandatario a través de un mensaje difundido por la radio y la televisión, mereció el apoyo inmediato de los exportadores, mientras que los huelguistas, que anunciaron que no depondrán su actitud, lamentaron la decisión presidencial. "Estamos satisfechos", dijo el presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexpront), Marco Tulio García, quien exhortó a las partes en conflicto —Ayuntamiento y transportistas— a buscar una solución al problema.

Entretanto, la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República confirmó que el presidente Colom se reunirá con el alcalde de la capital, Álvaro Arzú, en busca de una solución definitiva al problema. Horas antes, el Tribunal Constitucional dijo que la decisión del Ayuntamiento de restringir el paso del transporte pesado en las horas punta por las calles de la capital "se ajusta a la ley".

A mediodía de ayer, la normalidad retornaba a la Ciudad de Guatemala y la mayoría de las personas entrevistadas por emisoras de información apoyaba la decisión presidencial de recurrir a un estado de excepción para garantizar la normalidad ciudadana.