San Francisco altera el recorrido de la antorcha olímpica para sortear las protestas
Miles de personas protestan en las calles de la ciudad californiana contra Pekín.- El británico Gordon Brown no asistirá a la inauguración de los Juegos
Miles de personas se han concentrado este miércoles en San Francisco para protestar contra la política de China hacia el Tíbet coincidiendo con el paso de la antorcha olímpica por esa ciudad californiana. La presión de los manifestantes y el miedo a disturbios -también han acudido personas que apoyan al régimen de Pekín enarbolando banderas chinas- ha obligado a las autoridades estadounidenses a reducir, a última hora y por sorpresa, el recorrido de la llama olímpica, que ya sufrió un accidentado paseo por Londres y París.
La antorcha olímpica debía realizar un recorrido de 10 kilómetros por la ciudad, portada por 80 relevistas que estarían escoltados en todo momento por miembros de las fuerzas del orden. Gavin Newsom, alcalde de la ciudad, no quiso en un principio alterar la ruta, pero a última hora y ante la magnitud de las protestas optó por recortarla.
El recorrido comenzó como se esperaba, en el puerto de la ciudad, pero minutos después la primera relevista entró en un edificio del muelle y permaneció allí durante varios minutos para desconcierto general. Poco después, un convoy compuesto por varios autobuses y coches de policía salía del edificio con la llama en su poder y circulaba por las calles de la ciudad por un recorrido totalmente diferente al previsto.
El convoy paró en la avenida Van Ness, una de las principales arterias de la ciudad, y dos relevistas bajaron de uno de los autobuses con la antorcha, con lo que comenzó realmente la carrera.Escoltados por agentes a pie, en bicicleta y en moto, los corredores realizaron el relevo de la antorcha a lo largo de la avenida a un ritmo bastante lento.
La calle estaba completamente libre de manifestantes contra el gobierno chino y sólo había en ella vecinos del barrio muy sorprendidos de encontrarse de pronto con la llama olímpica. Tan sólo unos manifestantes aislados con banderas tibetanas lograron enterarse del trayecto y aproximarse a la comitiva, pero fueron interceptados inmediatamente por la policía sin que se produjeran disturbios.
Mientras, miles de personas, entre ellos centenares de manifestantes contra la política de China en Tíbet y Darfur (Sudán), esperaban inútilmente a la antorcha a lo largo de la ruta inicialmente previsa. En la plaza donde, en principio, debía terminar el relevo de la llama, una gran pantalla permitía a los asistentes seguir al menos la trayectoria del fuego olímpico.
Junto a los manifestantes había también miles de personas con banderas de China y pancartas a favor de los Juegos -alrededor de un 20 por ciento de la población de San Francisco tiene orígenes chinos- pero no se produjeron disturbios ni peleas.
El único incidente tuvo lugar cuando varios manifestante pro-Tíbet que se tumbaron en la calzada bloqueando el paso de un autobús fueron detenidos por la policía.
El viaje no se modificará
Mientras, el Comité Olímpico Internacional (COI) descartaba, pese a las protestas, recortar el recorrido internacional de la antorcha olímpica. Así lo aseguraron diversos representantes del organismo en la capital china y lo corroboró su presidente, Jacques Rogge, quien afirmó que las noticias sobre la posible suspensión eran sólo "un falso rumor" y estaban basadas "en un malentendido".
El Gobierno chino teme que una modificación del trayecto pueda ser percibida como una muestra de debilidad y animar a los potenciales manifestantes a acometer nuevas acciones. El viaje de la antorcha, que cubrirá 137.000 kilómetros a través de 20 países, incluye el ascenso al monte Everest, lo que ha sido interpretado por los independentistas tibetanos como un gesto político de Pekín para reafirmar su control sobre Tíbet.
Este símbolo olímpico se encuentra sumergido en un viaje de 130 días a través de 23 ciudades de los cinco continentes hasta su llegada final a Pekín para abrir la ceremonia de los Juegos el 8 de agosto. Pero por primera vez en la historia, las protestas contra el país anfitrión consiguieron ahogar la llama de la antorcha, el lunes pasado en París.
Brown no asisitirá a la inauguración
Fuentes de Downing Street han informado que el primer ministro Gordon Brown no asistirá a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, según informa la cadena BBC. Sin embargo, Brown sí asistirá a la ceremonia de clausura. Una portavoz del Gobierno ha afirmado que esto no representa algún cambio de planes, ya que Brown nunca programó su asistencia a la inauguración y ha dejado en claro de que no está boicoteando los JJ OO.
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