Brown quiere ocupar el centro de la UE

Gordon Brown, primer ministro británico desde el pasado mes de junio, ha necesitado ocho meses para realizar su primera visita oficial a la Comisión Europea, cita que la mayoría de los jefes de Gobierno electos en la UE cumplen en cuestión de días. Conocido por su moderado euroescepticismo, no exento de notorios gestos de desdén, el 'premier' aseguró ayer que "el Reino Unido tiene que estar en el centro de la UE". Su antecesor, Tony Blair, formalmente más eurófilo, también hizo apasionadas manifestaciones del mismo tenor sin traducción práctica.

Brown fue recibido ayer por primera vez como jefe del Gobierno por el presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, ante el que volvió a hacer sonar la vieja promesa británica de estar en el centro de la construcción europea. "La Unión Europea es esencial para el éxito del Reino Unidos y el Reino Unidos es esencial para el éxito de la UE", declaró en conferencia de prensa. "Nunca deberíamos cuestionar la estabilidad de nuestra relación con la UE ni nuestra pertenencia", al club comunitario.

La conocida retórica de Downing Street contrastó con hechos como el 'feo' de Brown al acto de la firma colegiada en Lisboa de Tratado de la Unión, al que no acudió con los demás signatarios; la insistencia en obtener exenciones para el Reino Unidos en ese mismo tratado; el desinterés de Londres por el euro, o la negativa a sumarse al acuerdo de Schengen. Fue natural que se le preguntara ante ese estado de cosas si para el Reino Unido la UE es algo más que un club económico. Asintió, con la ya manida justificación de que fue un medio para vivir en paz en Europa que había alcanzado su momento más brillante con la ampliación al Este.

"Pero también tenemos que probar que podemos crear prosperidad", apuntó un Brown que estableció como objetivo prioritarios de acción para el Reino Unido y ,por ende, para la UE, el estar a la cabeza mundial de la reforma económica; a la cabeza de la lucha contra el cambio climático; a la cabeza de la lucha contra la delincuencia y el terrorismo, y a la cabeza en la lucha contra la pobreza global. Propuso algunas ideas concretas, como la creación de un fondo con el Banco Mundial que facilite la transición de los países menos desarrollados a una economía de menos emisión de gases de efecto invernadero.

Descartó el primer ministro que el Reino Unido vaya a celebrar un referéndum sobre el Tratado de Lisboa con el argumento de que los principios constitucionales contenido en la versión original han sido abandonados con la reforma y aseguró que apoya la idea del presidente Nicolas Sarkozy de que Tony Blair sea el primer presidente de la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2009, de acuerdo a lo previsto en el Tratado de Lisboa.