Multitudinaria manifestación en Georgia para protestar contra el Gobierno

"¡Viva Georgia!, ¡Misha Fuera! " coreaban las 20.000 personas que se concentraban ayer frente al Parlamento de Tbilisi, la capital georgiana, con sus pañuelos blancos en el cuello para protestar contra el presidente del país, Mijail Saakashvili. Se reunían en el mismo lugar, el pasado noviembre la policía disparaba gases lacrimógenos y pelotas de goma para disolver otra manifestación contra el Ejecutivo.

Entre las pancartas habituales había también fotos del multimillonario georgiano y financiero opositor Badri Patarkatsishvili, que murió el pasado martes en su mansión de Surrey (Inglaterra). Uno de los líderes opositores, Koba Davitashvili, dijo a la muchedumbre que "la muerte de Badri Patarkatsishvili en circunstancias sospechosas ha hecho suponer que ha sido asesinado".

Saskashvili accedió al poder gracias a una revolución pacífica en 2003 y en enero juró su cargo para un segundo mandato en unas polémicas elecciones, que según la oposición fueron manipuladas. Desde entonces, se han sucedido las movilizaciones y la de ayer es la protesta que ha convocado un mayor número de gente contra el líder revolucionario desde el mes pasado.

Muerte en extrañas circunstancias

El presidente Saakashvili había acusado a Badri Patarkatashvili de organizar un golpe de Estado y, por ello, ordenó su detención. Pero el multimillonario falleció el pasado día 12, a los 52 años y de forma repentina, en su mansión inglesa de Surrey. La policía de Surrey informó el día 14 de que la causa de la muerte era natural pero añadió que las pruebas toxicológicas que le estaban haciendo al cadáver del millonario georgiano podrían tardar semanas.

El presidente se apresuró en lamentar el fallecimiento del principal financiador de la oposición georgiana: "A pesar de la grave acusación de preparar un delito de Estado,

la muerte de cualquier persona es una tragedia".

Aparentemente, el millonario georgiano falleció de un ataque al corazón, pero la oposición del país no tardó en levantar las sospechas sobre un posible asesinato alegando que Patarkatshvili no había sufrido nunca problemas cardíacos.

"No creo en las casualidades y tengo muchas sospechas", dijo la ex ministra de Exteriores Salomé Zurabishvili, ahora una de las líderes de la oposición, al señalar que "en los países desarrolados pocos mueren de un ataque al corazón, sobre todo en Londres, donde una persona adinerada puede recibir toda asistencia que necesite".