Argentina construirá el primer tren de alta velocidad de América Latina

En dos años y medio Argentina se convertirá en el primer país latinoamericano en tener operativo un tren de alta velocidad denominado Cobra y que unirá las tres ciudades más importantes del país, Buenos Aires, Rosario y Córdoba en un recorrido de menos de tres horas. La firma del contrato tuvo lugar el miércoles en Buenos Aires en presencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández, y del secretario francés de Transportes, Dominique Bussereau.

En apenas 60 días, un consorcio encabezado por el grupo francés Alstom en el que participa la empresa española Isolux deberá comenzar unas obras que tendrán una inversión inicial de unos 1.500 millones de dólares y se prevé que coste final será de 3.000 millones.

Argentina es un país donde la red de ferrocarriles ha sufrido un profundo deterioro en las últimas décadas hasta el punto de que el kilometraje total es mucho menor hoy que hace medio siglo. Un papel muy destacado en este empobrecimiento lo tienen las privatizaciones sin control realizadas durante la década de los noventa como resultado de las cuales muchos tramos dejaron de estar en servicio e incluso fueron desmantelados cientos de kilómetros de vías. El resultado es un ferrocarril inexistente en muchos puntos y mayormente ineficaz. Para recorrer los 710 kilómetros que, en teoría hará el Cobra en menos de 180 minutos hoy son necesarias, con suerte, por lo menos 13 horas.

La presidenta argentina ha querido otorgar la máxima relevancia a la firma de la adjudicación del proyecto al considerar que, de tener éxito, puede suponer una revolución en las infraestructuras de transportes del país, muy dañadas por la situación material y laboral que atraviesan.

El Gobierno quiere además que, de tener éxito, la red se amplíe en breve con Mar del Plata (la localidad turística por excelencia a 400 kilómetros de la capìtal federal) y Mendoza, en la frontera con Chile a unos 1.000 kilómetros al oeste de Buenos Aires. Fernández ha apostado fuerte porque los plazos anunciados son muy cortos para una obra de esta envergadura, aunque desde el Gobierno se señala que eso precisamente muestra el compromiso oficial con la nueva infraestructura. Antes de ganar las elecciones la presidenta argentina ya anunció que quería que Argentina destacara por la alta tecnología.

La oposición ha señalado por su parte que el anuncio del tren de alta velocidad argentina no pasa de ser una medida efectista ante un panorama de transportes sumido en el caos más necesitado de urgentes reformas que de nuevos proyectos.

La semana pasada, los pasajeros de la línea Buenos Aires-Mar del Plata permanecieron más de 12 horas varados debido a una avería y un informe de televisión mostró a principios de esta semana las lamentables condiciones en las que viajan los pasajeros de dicha formación.