El Supremo brasileño da la razón a Lula y ordena reanudar el desvío de un río
Propuesta del Episcopado para poner fin a la huelga de hambre de un obispo
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó ayer reanudar las obras del trasvase de un río que estaban detenidas por un tribunal regional, mientras el Gobierno negocia con la Conferencia Episcopal para conseguir que el obispo Luiz Cappio, que lleva 24 días en huelga de hambre para exigir que se paralicen las obras, abandone su ayuno. Al conocer la decisión del tribunal, Cappio sufrió un desmayo y al cierre de esta edición aún recibía atención médica.
Horas antes de la decisión jucial, ya en la madrugada de ayer, concluía en Brasilia una reunión de miembros de la Conferencia Episcopal con representantes del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, en la que los obispos plantearon una contrapropuesta para solucionar el conflicto. Según consta en un documento firmado por el propio obispo, se plantean ocho propuestas muy concretas y en lenguaje muy técnico, con las que intentan convencer al Gobierno de que existen alternativas mejores al desvío de las aguas del río San Francisco.
Una de ellas es la paralización de las obras durante al menos dos meses, en los que se abriría un debate en el país para explicar mejor a la opinión pública lo que supone el desvío del río. En una conferencia de prensa celebrada en la madrugada de ayer, representantes del Gobierno y de la Conferencia Episcopal anunciaron que pueden alcanzar un acuerdo en seis de las ocho exigencias del obispo Cappio. Los dos puntos en los que no hubo acuerdo fue en la suspensión de las obras por un tiempo indeterminado y en la reducción de 28 a 9 metros cúbicos por segundo del volumen de agua desviada al oeste de Pernambuco y Paraiba, áreas con mayor escasez de agua.
El secretario general de los obispos brasileños, Dimas Lara Barbosa, presente en el encuentro con el Gobierno, resaltó el carácter técnico de las propuestas, lo que indica que no se trata sólo de un asunto politico, y advirtió que las discusiones continuarán adelante, pese a la sentencia del Supremo, favorable a las obras en curso.
A los obispos les ha salido un buen abogado defensor: el catedrático de Derecho de la Universidad de São Paulo, Fábio Konder Comparato, que tiempos atrás fue condecorado por Lula por sus trabajos.
Según Konder, en este momento hay 14 quejas contra el proyecto ante el Supremo: por cuestiones ambientales y por falta de participación popular en la preparación del proyecto para desviar el río. Más aun: para el profesor de Derecho, la decisión de comenzar las obras del río no puede ser adoptada por decreto, ya que el río pasa por diferentes Estados y está considerado Patrimonio de la Unión.
Lula, sin embargo, continúa afirmando que está dispuesto a discutirlo todo, pero no a prescindir del proyecto de trasvase y menos ahora que tiene al Supremo a su favor. ¿Quién ganará la batalla final? El Senado entró ayer en la polémica: propuso la creación de una comisión de cinco senadores de diferentes partidos para negociar con Lula una solución que ponga fin a la grave situación creada en el país con la huelga de hambre del obispo, que incluso podría conducirle a la muerte.
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