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Gobierno y sindicatos prevén el fin de la huelga de transportes en Francia para esta semana

El sexto día de huelga provoca grandes atascos y dificultades a los usuarios del transporte público

Los usuarios del transporte colectivo en Francia sufren hoy el sexto día de huelga de los trabajadores del sector, lo que les ocasiona la masificación de los trenes, atascos en las entradas a las ciudades y todo tipo de incomodidades. Aunque el número de huelguistas sigue bajando desde que empezaran los paros el pasado martes, el servicio aún está lejos de ser completo. Mientras, hay polémica sobre la fecha de inicio de las negociaciones entre empresas y sindicatos moderadas por el Gobierno.

La dirección de la SNCF (la empresa pública de ferrocarriles) ha señalado que la proporción de huelguistas esta mañana era del 26,2%, frente al 32,2% el pasado viernes. Aun así, sólo 300 de los 700 trenes de alta velocidad funcionan hoy, 76 de los 300 de largo recorrido y la mitad de los regionales. En cuanto a la RATP, que gestiona el transporte en la zona de París, ha afirmado que todas las líneas de metro funcionan, pero en algunas líneas la frecuencia de trenes era de media hora. Además, sólo estaban operativos un 35% de los autobuses urbanos en la región de París, donde había muchos problemas en los trenes de cercanías: la línea que comunica la capital con los dos aeropuertos estaba completamente paralizada a primera hora de la mañana.

Un día más, cientos de miles de personas que utilizan el transporte público han tenido que recurrir como alternativa al vehículo privado, lo que tenía como consecuencia decenas de kilómetros de retenciones en la red vial de la región Ile-de-France: hasta 530 kilómetros de atascos se registraban en las entradas a París a las 9 de la mañana (8.00 GMT).

Pese a todo, la huelga, una protesta por la pretensión del Gobierno de elevar de 37,5 a 40 años el periodo de cotización que da lugar a la pensión completa, tiene visos de poder resolverse, aunque no está clara la fecha de inicio de las negociaciones (en las que participarán representantes del Gobierno, de las empresas y de los sindicatos) ni si la huelga debe mantenerse hasta que éstas comiencen. Por un lado, los sindicatos más conflictivos han aceptado negociar incluso la reforma del sistema de pensiones y por otro, el Gobierno ya condiciona el inicio al fin de la huelga, sino a una mejora del servicio a los usuarios. La cuestión ahora es comprobar cuál está siendo la reacción de las asambleas de huelguistas que se van a celebrar durante el día.

Lo que no parece definitivo es el comienzo de las negociaciones. Por un lado, el Gobierno, por boca del consejero social del Elíseo, Raymond Soubie, ha asegurado que tiene la "esperanza razonable" de lograr una "solución positiva" y recuperar la normalidad "a mitad de semana". Como ejemplo, ha dicho que las negociaciones con el RATP comenzarán el miércoles. Sin embargo, algunos sindicatos que apuestan ya por la negociaciones se preguntan por qué esperar y que la negociación comience hoy mismo. Es el caso de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT). La Confederación General del Trabajo (CGT), verdadero motor de la protesta, se ha defendido de las acusaciones de mantener la huelga sin razón y, por boca de su responsable en la SNCF, Didier Le Reste, ha dicho en que "no somos nosotros los que hemos fijado la fecha" del miércoles, sino el Gobierno.

Reunión en Alemania

En tanto en Alemania, el presidente del sindicato de los

maquinistas alemanes GDL, Manfred Schell, ha reconocido hoy que no espera alcanzar un acuerdo mañana en la reunión que mantendrán con la dirección de la empresa aunque confía en solucionar el conflicto "antes de Navidad". Schell aseguró en un encuentro con la prensa extranjera en Berlín que para el sindicato es "absolutamente prioritario" alcanzar un convenio colectivo propio para los maquinistas, diferente del resto de los empleados como requisito previo para negociar.

La madrugada del sábado finalizó en Alemania la huelga más

larga de la historia de sus ferrocarriles después de que los maquinistas paralizaran gran parte del transporte por tren de la compañía Deutsche Bahn durante tres días. A pesar de que desde GDL amenazaron con paros indefinidos,

si no se alcanza un acuerdo mañana, Schell se ha mostrado reticente al respecto y ha asegurado que espera no tener que recurrir a esa carta.

Desde el sindicato se aspira a un incremento salarial de los maquinistas de un 16%, casi la mitad del 31% que reclamaron antes del verano, cifra que Schell considera

actualmente como "ilusoria".

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