El presidente de Paraguay niega un pacto con Lino Oviedo

El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, aseguró ayer a su regreso a Asunción, proveniente de París, que no existe un pacto político ni electoral con el ex general Lino Oviedo para las elecciones presidenciales del 20 de abril de 2008.

Duarte salió así al paso de versiones de sus detractores que indican que el jefe de Estado influyó en un fallo emitido el martes pasado por el Tribunal Supremo, por el cual Oviedo quedó absuelto de una intentona golpista y legalmente habilitado para competir en los comicios generales del año próximo.

"No hay ningún pacto ni político ni electoral con Oviedo. Estamos preparados para competir con él en una justa democrática", señaló el jefe de Estado, quien promueve la precandidatura de la ex ministra de Educación Blanca Ovelar, para las elecciones internas del 16 de diciembre próximo del Partido Colorado, en el poder desde hace seis décadas.

Oviedo, líder de la opositora Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), cuarta fuerza electoral, fue absuelto de la condena de diez años de cárcel que le impuso en 1998 un tribunal militar, por la intentona golpista que protagonizó en abril de 1996 contra el entonces jefe de Estado, Juan Carlos Wasmosy.

Ese fallo del Supremo, que hace menos de un año fue rechazado en otra revisión de la condena del mismo tribunal, acrecentó las sospechas de la existencia de un plan del mandatario para debilitar a la coalición opositora Alianza Patriótica para el Cambio que promueve la candidatura del ex obispo católico Fernando Lugo.

En alusión a Lugo, Duarte reiteró que no consultó al papa Benedicto XVI, quien le recibió en audiencia el lunes pasado en Roma, sobre la postura de la Iglesia acerca de la eventual postulación del ex prelado.