Gul: "Se nos acaba la paciencia con los rebeldes kurdos"
Una delegación iraquí visita Turquía para buscar una solución a la crisis kurda
El presidente turco, Abdulá Gul, ha declarado hoy que la paciencia de su país con los rebeldes kurdos que hostigan a sus tropas en la frontera con Irak se está acabando y que su Gobierno está decidido a erradicar las bases que los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán tienen en el norte de Irak. Las duras palabras de Gul no suponen una calurosa bienvenida a los diplomáticos iraquíes que hoy viajan a Ankara para discutir sobre posibles soluciones a la crisis.
"Respetamos la integridad territorial y la unidad de Irak, pero nuestra paciencia se está acabando y no toleraremos que el suelo iraquí sea utilizado para actividades terroristas", ha dicho el presidente turco. Se refería al uso que los rebeldes del PKK, que luchan por la soberanía del Kurdistán, hacen de la región de Irak fronteriza con Turquía, que los milicianos usan como base para lanzar ataques contra los soldados turcos apostados al otro lado de la frontera.
"Estamos totalmente decididos a tomar todas las medidas necesarias para acabar con esta amenaza". Eso incluye la posibilidad de una gran operación militar turca que penetre en suelo iraquí para destruir los refugios de los rebeldes, operación para la que el Gobierno turco cuenta con el permiso del Parlamento pero con la oposición de EE UU, que teme que se incendie la única zona de Irak que permanece en relativa calma.
Turquía lleva días amenazando con esta operación, sobre todo desde que el domingo un comando kurdo emboscara a un grupo de soldados turcos, matando a 12 de ellos (otros ocho permanecen desaparecidos). La tensión aumentó aún más con la respuesta turca que, en forma de bombardeos, acabó con la vida de 34 rebeldes ese mismo día. En los días siguientes el ejército turco siguió con sus bombardeos, incluso en suelo iraquí.
Visitas recíprocas
La vía diplomática se inició con la visita del ministro turco de Exteriores a Bagdad el lunes, para instar al Gobierno iraquí a actuar con contundencia contra las guerrillas en el norte del país. Hoy, una delegación diplomática iraquí de alto nivel viaja a Ankara para discutir con las autoridades turcas sobre la forma de afrontar la crisis. Fuentes diplomáticas ha dicho en Ankara que ésta puede ser la última oportunidad para que la parte iraquí impida una incursión militar turca en su territorio para combatir a los guerrilleros del PKK. La delegación iraquí incluye a dos altos cargos del Ministerio iraquí de Exteriores, y representantes del Partido Democrático del Kurdistán (KDP), dirigido por Masud Barzani, y de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), del presidente iraquí, Jalal Talabani.
Turquía ha rechazado reconocer como negociadores a Barzani y Talabani y a sus respectivos partidos por considerar que dan refugio a militantes del PKK en el norte de Irak.
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