Portugal propone conceder un escaño más a Italia en la Eurocámara para aprobar el Tratado de Lisboa

La Presidencia portuguesa de la UE ha propuesto la concesión a Italia de un escaño adicional en el nuevo Parlamento Europeo a cambio de que el presidente no compute. El objetivo de esta iniciativa que aún no se ha presentado formalmente pero se está barajando, es superar la oposición italiana a aceptar la nueva composición de la Eurocámara, lo que amenaza la firma del nuevo Tratado de la UE.

Simultáneamente, en la cumbre de Lisboa se está estudiando otra propuesta que ha surgido del seno del Parlamento en la que se propone aumentar el número de diputados en cinco más, dos a Italia, uno a Reino Unido y dos a España.

La primera iniciativa concede a Italia un escaño más que el que le atribuye la propuesta Lamassoure/Savarin adoptada por el PE, lo que le permitiría recuperar la paridad con el Reino Unido (a 73 escaños), aunque no con Francia, que tendrá 74. En el cómputo total de eurodiputados no se contaría al presidente del Parlamento Europeo, con lo que el techo máximo de diputados fijado por el nuevo tratado no se vería modificado (750).

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha apelado a la "buena voluntad" de todos los gobiernos de la UE para cerrar su nuevo Tratado institucional, pendiente de las modificaciones que piden Polonia e Italia. Durao Barroso, en una reunión de dirigentes de partidos populares europeos previa al inicio de la cumbre comunitaria que se celebra en Lisboa, había afirmado que no hay "razón ni excusa" para no alcanzar un acuerdo sobre el documento.

Pero Italia, descontenta con el nuevo reparto de escaños en el Parlamento Europeo, y Polonia, que quiere reforzar los mecanismos de bloqueo de decisiones comunitarias, amenazan la aprobación del documento durante esta cumbre. La nueva carta institucional de la UE debe poner fin a la crisis abierta en 2005 con el rechazo francés y holandés, al fracasado proyecto de constitución europea.

El presidente de la Comisión ha señalado que la presidencia alemana de la UE, hizo "un buen trabajo" durante el primer semestre de este año para acordar las bases del Tratado, cuya redacción concluyó hace dos semanas. "La aprobación del documento, que gestiona la actual Presidencia portuguesa de la UE, se puede alcanzar si todos los países miembros muestran un mínimo de buena voluntad", ha subrayado Durao Barroso en alusión a los aspectos pendientes del texto. "Precisamos de ese acuerdo y espero ciertamente esa buena voluntad", ha insistido el político portugués.

Optimismo de Sócrates

El primer ministro luso, el socialista José Sócrates, ha destacado también la necesidad de aprobar en esta cumbre el Tratado para "mostrar al mundo que Europa avanza". Sócrates ha restado dramatismo a los desacuerdos existentes sobre el texto y ha expresado su confianza en que en que los 27 estados miembros logren un consenso.

El presidente polaco, Lech Kaczynski, ha afirmado antes de partir a la cumbre europea que Polonia podría retrasar la firma del nuevo Tratado europeo si no se cumplen sus expectativas. Kaczynski se ha referido a la necesidad de que el texto europeo recoja el llamado mecanismo de Ioannina, de modo que este compromiso pase a tener fuerza vinculante y no se quede en una declaración política.