Los sindicatos franceses desafían la reforma social de Sarkozy
Francia quedará paralizada en protesta por la supresión de los regímenes de privilegio
Francia vive desde anoche una huelga en el transporte público convocada por los sindicatos para protestar contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones de ciertos sectores y que el Gobierno conservador teme que será masivamente secundada. Es la primera gran batalla que libra Nicolas Sarkozy por imponer su programa de reformas.
El paro ha arrancado a las ocho de la tarde y se prolongará hasta las ocho de la mañana del viernes. El origen del conflicto está en la intención del Ejecutivo de ampliar el período de cotización que da derecho a una pensión completa desde los 37,5 años actuales a los 40 para una serie de sectores.
Son los llamados regímenes especiales, que afectan a 1,6 millones de personas (1,1 millones de jubilados y 500.000 trabajadores en activo) en la compañía de ferrocarriles SNCF, la red de transporte urbano de París RATP, las empresas de energía Electricité de France y Gaz de France y los secretarios de notarías. Quedan fuera de esa reforma los mineros y marineros, que también forman parte de esos regímenes especiales.
Los ocho sindicatos de la SNCF, los seis de la RATP y los siete en las empresas de energía han llamado al paro, que el Gobierno ha aceptado que será seguido de manera mayoritaria, lo que tendrá como consecuencia una perturbación en muchos centros de trabajo del país.
Las previsiones aportadas por las empresas de transporte indican actividad escasa o incluso nula en varias líneas, sobre todo de transporte urbano, ya que avisos de huelga han sido presentados en 27 ciudades. Mientras tanto, en el sector de la energía la convocatoria no debería incidir de manera sustancial en el servicio, mientras que en el transporte aéreo, aunque no afectado por la movilización, sí podría haber alguna perturbación.
Para complementar su iniciativa, los sindicatos han convocado unas 60 manifestaciones en todo el país. Pese a la sospecha de que la huelga será seguida, el Gobierno conservador ha asegurado que mantendrá su objetivo de reformar los regímenes especiales.
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