Hola a todos
Jamás agosto queda vacío. Las ciudades, las instituciones oficiales, las agendas, incluso a veces las cabezas. Pero luego se llenan las carrreteras, los hoteles, las playas. El mundo no tan sólo sigue lleno sino que parece olerse el hueco de nuestro interés y redobla sus esfuerzos por existir como una realidad volcánica. Este año no ha habido guerra ni golpes de Estado cruentos, como en otros agostos, pero no han faltado las noticias, las casi siempre duras y dolorosas noticias. Había muchos candidatos: Pakistán en su 60 aniversario de la independencia, con este Musharraf vacilante y tambaleante; el peón de turno este año en Oriente Próximo, que no era otro que Siria; Irán con su ambición nuclear; pueden ustedes seguir imaginando la quiniela de los peligros que afortunadamente no se tradujeron en nada. El terremoto de Perú, el encuentro entre naúfragos (ya cadáveres a veces) y turistas en las aguas del Mediterráneo, la crisis hipotecaria norteamericana y sus consecuencias sobre las bolsas mundiales, la avería generalizada de los transportes y la energía en Cataluña, los zarpazos de ETA, el goteo de las dimisiones en la Casa Blanca, los incendios del Peloponeso, la devastación que no cesa en Irak... han proporcionado materia suficiente para que agosto no quedara desvestido. Y luego las noticias dudosas del verano, esas declaraciones que se convierten en acontecimiento por razón estacional; o los crímenes de agosto, amplificados por el efecto reverberador del calor. Por si acaso, yo preferí tomar aquí algo de distancia y me inventé la Hemeroteca de Agosto, que me ha permitido descansar de la respuesta diaria a la actualidad y a la vez hacer un homenaje a este viejo oficio en la persona de Manuel Vázquez Montalbán con sus 31 columnas de Tele/eXpres, que invito a leer a quienes no lo hayan hecho. A pesar de todo, he ido tomando notas todo el mes y algo me veré obligado a hacer en los primeros días de septiembre para recuperar el tiempo perdido, comentando los acontecimientos y las lecturas cuyas huellas sobrepasan la sombra agosteña de las vacaciones. Hola a todos y encantado de volver de nuevo al tajo del blog.
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