El Consejo de Seguridad acuerda incrementar el papel de la ONU en Irak

El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado hoy por unanimidad una resolución patrocinada por Estados Unidos y Reino Unido para ampliar las competencias de Naciones Unidas en Irak. El objetivo es que el organismo internacional ayude a lograr la reconciliación nacional y a abordar la crisis humanitaria que vive Irak. Estados Unidos y Reino Unido -los dos países con más efectivos militares en Irak- buscan que la ONU desempeñe un rol más importante en el proceso de pacificación del país árabe por ser considerada un organismo neutral capaz de mediar entre las comunidades chií y suní.

La resolución autoriza a Naciones Unidas, a petición del Gobierno iraquí, a impulsar un diálogo político entre los grupos étnicos y religiosos de Irak, así como un debate regional sobre temas que incluyen cuestiones fronterizas, de seguridad, energéticas y respecto a los refugiados. Además, se amplía por un año el mandato de la Misión de Asistencia para Irak de la ONU (UNAMI).

Hasta ahora los responsables de la ONU han ofrecido escasos detalles sobre qué cambios deberán efectuar en sus instalaciones y en sus dispositivos de seguridad en Bagdad necesarios para poder aplicar el nuevo mandato, ante la persistente violencia que limita las actividades de los organismos extranjeros. El subsecretario para Asuntos Políticos de la ONU, Lynn Pascoe, dijo el pasado martes que, por el momento, planean aumentar en octubre próximo de 65 a 95 miembros el personal internacional de la misión en Bagdad.

Bajo la nueva propuesta, la ONU asesorará al Gobierno de Bagdad en la revisión de la Constitución y la organización de elecciones, entre otros asuntos. Asimismo, aumenta sus responsabilidades en la asistencia humanitaria y la reconstrucción de Irak, al encargarle ayudar al Gobierno a proporcionar servicios básicos a la población, coordinar la asistencia económica internacional y fomentar un crecimiento sostenido de la economía.

Las nuevas tareas suponen un aumento cuantitativo y cualitativo respecto a la labor actual de la misión en Bagdad, dedicada casi exclusivamente a facilitar asesoría técnica al Ejecutivo iraquí, y en donde otra oficina con 100 empleados en Amán (Jordania) se encarga de los programas humanitarios.

Washington hizo público hace tiempo su deseo de que la ONU desempeñara un papel más activo en Irak, y así se lo transmitió el presidente de EE UU, George W. Bush, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su primera reunión en enero pasado. Ban se había mostrado desde entonces abierto a tal posibilidad, pero condicionando cualquier decisión a la situación de seguridad en Irak.

La ONU tuvo que retirar a la mayoría de sus empleados en Irak después del atentado ocurrido en su sede en Bagdad en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas, entre ellos el representante especial en Irak, el diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello.