_
_
_
_

Hay que tratar bien a los amigos de la familia

Bush hijo está cada vez más cerca de la política de Bush padre. Los ramales de la nueva política internacional tendida por los neocons a partir del 11-S van siendo sustituidos uno detrás de otro por los clásicos de la vieja política republicana: no hay otra, y es la del realismo. Esta semana Washington anunciará la mayor venta de armas de la historia a Arabia Saudita y a los otros cinco países que forman el Consejo de Cooperación del Golfo (Kuwait, Bahrein, Omán, Qatar y Unión de Emiratos Árabes), por valor de 20.000 millones de dólares. Para compensar la generosa dotación armamentística que recibirá este bloque árabe sunita, Estados Unidos venderá también a Egipto, el otro país que pugna por la hegemonía en esta zona del planeta, 13.000 millones de dólares en armas en los próximos años. Y para evitar un desequilibrio armamentístico regional, Washington ha habilitado el mayor paquete de todos, por 30.000 millones de dólares, con el que equipará a Israel en los próximos diez años. En total, 63.000 millones de dólares en armas esparcidas por toda la región. Esta es la alternativa que ha conseguido imaginar Bush en su último tramo presidencial, ante el fracaso de su política para Oriente Próximo: abrir de par en par las puertas de su supermercado de armas y contribuir así al rearme y a la prosperidad de su industria armamentística.

Hay también algunas razones muy tácticas, e incluso comerciales, que explican la largueza de este pedido que va a incrementar de forma espectacular el nivel tecnológico de los principales ejércitos de la región. Es una forma de diplomacia que intenta estrechar lazos y evitar que países como Arabia Saudita y sus socios del Consejo del Golfo vayan a pertrecharse en China o Rusia, competidores en el mercado mundial del armamento pero también competidores estratégicos de Estados Unidos en la escena internacional.

Arabia Saudita ha sido un estrecho aliado de Estados Unidos e incluso de la familia Bush; pero se convirtió en un problema después del 11-S. Un buen puñado de los suicidas que destruyeron las Torres Gemelas y atacaron el Pentágono eran saudíes; Osama bin Laden es originario de aquel país; pero además en la élite gobernante (los innumerables descendientes del rey Saud) también hay simpatías o como mínimo ambigüedades con el jihadismo. Y el propio rigorismo wahabita, oficial en el país, está muy vinculado a los postulados ideológicos que defiende Al Qaeda. La huida hacia adelante de Bin Laden (indignado por la alianza con Estados Unidos y la utilización del territorio árabe para invadir Irak en la primera guerra del Golfo) significó una ruptura con la familia gobernante, pero no se puede olvidar que en las horas posteriores al 11-S el embajador saudita y amigo personal de Bush, Bandar bin Sultan bin Abdelaziz, consiguió repatriar a un avión entero de saudíes sin control policial.

Todo conducía, después del 11-S, a que Washington se distanciara de la monarquía saudita, algo que quedó consagrado por la teoría sobre Irak que elaboraron los neocons: con el Gran Oriente Próximo que crearía Bush a partir de un nuevo Irak libre y democrático, el papel de Arabia Saudita y de sus bases militares se convertiría en secundario, e incluso disminuiría la dependencia occidental de su petróleo. El aliado estratégico y suministrador de energía tenía que ser aquel Irak democrático y rico que los neocons soñaron pero que no han conseguido vislumbrar ni en sombras.

El cálculo se ha revelado dramáticamente erróneo: ha surgido un nuevo y peligroso poder regional como es Irán; Irak no ha conseguido estabilizarse y volver a producir petróleo; no tan sólo no hay atisbo alguno de una ejemplar democracia iraquí, que sirve de ejemplo para toda la región, sino que el país se ha convertido en un vivero terrorista dominado por los chiítas; y se ha extendido la alarma entre los países sunitas de la zona, preocupados por la desestabilización que está provocando la nueva hegemonía chiíta e iraní.

Todo esto explica el regreso a la alianza con la monarquía saudita, el tradicional e histórico aliado primero del Reino Unido y luego de Estados Unidos en al zona. Los reflejos de amistad de los petroleros tejanos con sus socios y amigos árabes de toda la vida y los sólidos intereses de ambos se han revelado mucho más fuertes que una moda ideológica como la neocon, muy pertinaz pero al final bastante efímera. Pero en cualquier caso, el debate sobre este colosal contrato de material de guerra no pasará desapercibido y promete levantar una buena polvareda política en los próximos días en Washington.

Comentarios

Lluís, creo recordar haberle enviado un comentario con sus mismas palabras, en cuanto se acercara el final del mandato de la administración Buhs hijo.Los satrapas y vendedores de democracias, suelen hacer lo mismo, su primera legislatura impone su PAZ Imperialista, su filosofia democratica y tras invadir el país a doblegar, abandonan con el rabo entre las patas y en la segunda legislatura, una vez vendido el miedo a sus ciudadanos para que los vuelvan a reelegir mandato, llenan los arsenales de sus aliados de oriente medio, sus amigos que les representa los pozos petroliferos en el mundo. No hay nada nuevo bajo el sol, que no lo hayamos leido antes o los corresponsales de guerra no lo hayan vivido.
Aquí hay 2 fechas claves para todo: -Verano 2008: China no quiere que por nada del mundo sus juegos sean boicoteados políticamente, menospreciados deportivamente, e incluso cancelados por un conflicto global como el que se presume con una cuanta atrás sin paro. -Finales 2008: el león herido llamado "Bush hijo" no va a dejar morir su mandato sin más. Las botas están puestas, y morirá con las botas puestas, y firme en sus convicciones. ..El dinero, que era lo único que podía pararle los pies, ..ya lo ha conseguido desde el Senado y desde este mercadeo armamentístico tan ruin,.. tanto para la administración americana, como para los líderes árabes que han entrado en el juego. Irán tiene a la vez ya la excusa perfecta que le hacía falta para terminar con su proceso de bomba atómica, y desoír al que le invita a desarmarse mientras él vende y vende. ..Veremos por tanto si se respetan los juegos o no. Atentos. Y lo de siempre; las sociedades del Mundo, como meros expectadores de lo que pasa. Nadie mueve un dedo; ..el Sr. Blair haciendo de comercial en la zona para los que compran armas, y la Alianza de Civilizaciones pintando cúpulas. Nos quedan excasos meses a las sociedades del Mundo para intentar evitar cambiar el curso natural de esta catástrofe. ..Ellos ya tienen todo firmado. Queda saber qué queremos nosotros. Un abrazo muy fuerte, Jorge Medina Azcárate One brother World
La jugada parece magistral, dejando al margen los compromisos éticos, que en política internacional parecen brillar por su ausencia. Me explico: dado que no ha sido posible que el punto de referencia en la zona sea una "democracia" controlada por EEUU, pasamos al plan B, que consiste en rearmarlos a todos y buscar un equilibrio medianamente satisfactorio en Oriente Medio por la fuerza de las armas: todos saben las armas que todos están comprando (excepto las que no saben que compran) y se crea un clima de tenso respeto en el que nadie se atreve a meterle mano a nadie porque todos se saben bien pertrechados. Una mini guerra fría, en la que todos dependen del suministrador oficial de armas, EEUU, con quien quieren llevarse bien (al menos de puertas afuera). Esto le permite además a los americanos llenar los bolsillos, restar ingresos a la competencia política, comercial y armamentística a nivel mundial, y llegado el caso, poder dar el primer golpe de mano cerrando el grifo del armamento a quien interese cerrarlo, amén de controlar el tipo de armas que tienen tanto sus potenciales aliados como muchos de sus posibles enemigos en la zona. Me parece una acción genial. Que podamos calificar a estos individuos con exabruptos varios, todos ellos muy justificados, no quita para que no podamos reconocer que la jugada es perfecta para satisfacer sus intereses (y me refiero a sus verdaderos intereses, a los que se pueden adivinar por sus acciones, no a los que manifiestan en discursos públicos, bonitos y bien maquillados). Sr. Medina, ya ha comentado en un par de ocasiones, que yo haya podido ver, la importancia que le da, según usted, China a la buena realización de los Juegos Olimpicos de Pekín (me temo que de aquí a poco todos aprenderemos a decir Beijing, como antes aprendiéramos a decir New York). Pero se me escapa la importancia de la repercusión que tal evento pueda tener en los planes de política internacional inminente de las distintas potencias. Me puedo imaginar algunas cosas a grandes rasgos, pero ninguna de la magnitud que usted parece atribuirle. Por mal pensar, en lo único que caigo, si es que me pongo en plan John le Carrè, es en la cantidad de "espías" políticos, militares e industriales que van a intentar entrar en China con las diferentes legaciones. Pero eso es algo ya habitual, aunque novelesco, y que no por poco publicitado o por romántico que pueda parecer es menos conocido ni menos digno de ser tenido en cuenta. Y aún así, tampoco soy capaz de ver la relevancia de tales hechos a la luz de esa inminente política internacional. Si tuviera usted la amabilidad de explicármelo y hacérmelo ver le estaría muy agradecido al respecto. Un saludo.
Estimado Sr. Morales: Estaré encantado de ofrecerle en pocas líneas mi visión más personal para los JJOO de Beijing,.. (efectivamente, tiene usted toda la razón para el nombre). Los juegos suponen el final del proceso más ambicioso de apertura expansionista de China al Mundo. 7 años de intenso crecimiento logístico desde grandes multinacionales occidentales,.. aprendiendo y copiando "Know How" a golpe de talonario y contra reloj. Pero este talonario supone la mejor inversión para todos los efectos de retorno que se esperan, desde el llamado "Efecto Olímpico": -250 millones de visitantes. -1.82 millones de puestos de trabajo vinculados a los JJOO. -Un beneficio neto de 600 millones de dólares para la organización, y un beneficio inducido sobre la economía china de 200.000 millones de dólares. (..A día de hoy, 400 de las 600 empresas más importantes del Mundo se han instalado ya en Shanghai). -Un escaparate mundial a la atención política, social y cultural de todas las sociedades del Mundo. ..Y como consecuencia, el mejor canal para inculcar en todas las mentes lo que será el nuevo "chinese way of life" que acabaremos importando todos. ..En definitiva; la apuesta más ambiciosa de llevar la muralla china "un poco más allá". Sus efectos sobre el orden internacional mundial actual: -Si USA no ha invadido todavía Irán, después de todas las advertencias internacionales para la paralización de su proceso de nuclearización,.. y tras los desaires y arrogancias insultantes de forma personal para la administración americana,.. es sencilla y llanamente porque China (y por ende Rusia e India) está detrás de Irán. -Y si Irán ha moderado un poco últimamente su discurso de provocación a USA, es sencillamente también porque China le ha dicho: "..Oye, no me jodas los juegos" (con humilde perdón por la expresión). Deseo haber podido ser claro. Un cordial abrazo,

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_