España dará apoyo técnico y financiero a la comisión contra la impunidad de Guatemala
El Gobierno español dará "apoyo técnico y financiero" a la comisión contra la impunidad que Guatemala pretende crear en las próximas semanas para luchar contra la corrupción criminal en el seno de sus instituciones. Así lo ha anunciado hoy la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras reunirse con el presidente guatemalteco, Óscar Berger, durante una visita oficial al país centroamericano. Además, ambos mandatarios han decidido abrir una "línea específica de cooperación contra la violencia de género", un problema común que en Guatemala adquiere proporciones alarmantes.
La reunión entre De la Vega y Berger se produjo en el tercer día de la gira que la vicepresidenta inició el sábado por Iberoamérica, y que la llevará a visitar seis países (Guatemala, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Chile y Argentina) en apenas dos semanas.
La cooperación con la "joven democracia" guatemalteca es una "prioridad especial" del Gobierno español. Se trata de uno de los países con más desigualdad de América Latina (la economía crece al 5%, pero un 57% de sus 13 millones de habitantes vive con menos de dos dólares al día), casi recién salido de una sangrienta guerra civil (los acuerdos de paz se cerraron en 1996, y las autoridades calculan que aún quedan 60.000 personas armadas) y con un altísimo grado de impunidad (menos del 5% de los delitos es castigado).
Esa impunidad es consecuencia en buena medida de que los aparatos del Estado están permeados por organizaciones criminales que presionan hasta lograr abortar las investigaciones, según denuncian los grupos pro derechos humanos. El Gobierno guatemalteco es consciente de ello, y por eso ha decidido crear una Comisión Internacional contra la Impunidad (con expertos nacionales y extranjeros) que investigue y trate de identificar las grietas de la corrupción institucional. La iniciativa, aplaudida y apoyada por la ONU, debe ser refrendada en los próximos días por el Parlamento, y De la Vega anunció que contará también con respaldo español.
Asimismo, los dos gobiernos han acordado abrir una línea de cooperación sobre violencia de genero cuya primera medida será la visita de la ministra de Interior guatemalteca a España para conocer la ley aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el objetivo de combatir esta lacra. Uno de los empeños de De la Vega en su tercera gira iberoamericana es dar a conocer en el subcontinente las leyes sociales de Zapatero, que el Ejecutivo considera su mayor logro en esta legislatura.
Guatemala celebra, además, elecciones legislativas y presidenciales el próximo 9 de septiembre. Las calles están ya empapeladas con los carteles de los candidatos, y las apuestas sobre quién sucederá a Berger centran el debate político en un país con una democracia aún vulnerable tras varias décadas de guerra. Por eso, después de su cita con Berger, De la Vega se reunió ayer tarde (hora local) con los aspirantes a sustituirlo.
Aunque el gobierno español (y así quiso subrayarlo De la Vega) no va a mostrar su preferencia por ningún candidato para no inmiscuirse en la política interna guatemalteca, analistas internacionales muestran preocupación por el ascenso en las encuestas del derechista Partido Patriota, dirigido por el general Otto Pérez, vinculado al estamento militar y cuyo lema es "vota con mano dura". También tiene enormes posibilidades de obtener escaño el partido por el que se presenta Efraín Ríos Montt, a quien la Audiencia Nacional acusa de delitos de genocidio, terrorismo y tortura contra la etnia maya cometidos mientras dirigió el país en los años ochenta. El juez Santiago Pedraz ha solicitado la extradición de Montt para juzgarlo en España, pero si éste obtiene escaño de diputado esa extradición será prácticamente imposible. "España no va a interferir en este proceso electoral con ninguna opinión [sobre los candidatos]. Respetaremos la decisión de los guatemaltecos", se limitó a afimar la vicepresidenta en la rueda de prensa conjunta con Berger.
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