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Homenaje a los desplazados por el conflicto armado colombiano

Una plaza de la capital se convierte en una puesta en escena del ambiente de los campesinos

La plaza bogotana de Bolívar, en Colombia, ha sido testigo de un homenaje inédito a los millones de colombianos desplazados por el conflicto armado interno. En un tercio de la superficie se instaló una pequeña parcela rural, con cultivos de la agricultura campesina y urbana.

Unos 30.000 árboles, arbustos y plantas de todo tipo ocuparon esta plaza del centro histórico de la capital colombiana, en una puesta en escena del ambiente y el entorno del mayor colectivo de desarraigados del país, los campesinos.

La obra, que lleva el nombre de Siembra y canto en la plaza, fue montada por iniciativa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la alcaldía de Bogotá, con el apoyo del Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP, de Italia) y varias organizaciones no gubernamentales locales, como la Corporación Colombiana de Teatro (CCT).

"Es una recreación del campo, del lugar de origen de los desplazados y, también, de los productos de la tierra", dijo la coordinadora del Proyecto de Agricultura Urbana de Bogotá y guía del montaje, Claudia Flórez.

La obra comprende nueve apartados o terrenos, desde uno que representa un bosque natural y otro un cultivo de plantas medicinales, hasta uno arrasado, con dos actrices que llevan a la escena la experiencia de la víctimas del conflicto, que ha dejado más de 3,5 millones de desplazados desde 1985.

Un corral con cabras y otro con gallinas, gallos, patos y conejos están intercalados entre las parcelas, en medio de las cuales se alzan alegorías como un centro de acopio de productos campesinos y un "Árbol de la memoria", tronco seco cuyas ramas llevan como hojas pequeños folios con nombres de víctimas y mensajes de sus familiares.

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"Nuestra intención ha sido la de que sea un montaje que impacte realmente a todos, que sea una jornada de sensibilización sobre el problema del desplazamiento, que es de todos", dijo Flórez, quien movilizó desde su centro de trabajo en el Jardín Botánico de Bogotá unos 10.000 árboles y plantas para Siembra y canto en la plaza.

Los otros fueron traídos desde diversas regiones del país, para cumplir con el propósito de que la iniciativa representara la diversidad de origen del desplazamiento forzado colombiano.

Más de 200.000 desplazados en los últimos años

"El reto es el de que los colombianos vean a los desplazados como a cualquier otro ciudadano", señaló el representante local del ACNUR, el argentino Roberto Meier.

La única diferencia entre ellos, observó el diplomático, es la de que los desarraigados "estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y los actores armados ilegales los han desplazado violentamente, sin ninguna piedad, con muchísima crueldad, y han quedado desprotegidos".

Es una crisis que, se lamentó, no cesa, pues deja al menos 18.000 nuevos desplazados al mes, para una media anual, en los últimos años, de 200.000 personas.

Se trata de vecinos de comunidades campesinas, indígenas y negras de los lugares más remotos, y a los que, en conjunto, se les usurparon más de seis millones de hectáreas. Es un cálculo de investigadores que la activista Gloria Flórez, directora de la asociación Minga, del grupo de ONG que respaldaron la iniciativa, difunde por la Plaza de Bolívar para mostrar la dimensión de la crisis.

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