Al menos 32 personas mueren en un ataque con misiles contra una 'madrasa' en Pakistán
Fuentes paquistaníes afirman que los proyectiles fueron lanzados desde Afganistán por las tropas de la OTAN
Al menos 32 personas han muerto en un ataque con misiles contra un centro de entrenamiento de Al Qaeda oculto en una madrasa -una escuela religiosa- en el oeste de Pakistán, dijo hoy una fuente de inteligencia, que mantuvo que el ataque fue lanzado por tropas internacionales destacadas en la vecina Afganistán.
Un portavoz del Ejército de Pakistán, no obstante, afirmó que las muertes ocurrieron por la explosión de un artefacto que los presuntos miembros de Al Qaeda estaban montando en el interior del seminario de la ciudad de Ditta Khel, en la región de Waziristán del Norte. Según la fuente de inteligencia de Waziristán, ocho personas resultaron también heridas en el ataque aéreo con misiles lanzado por las fuerzas de la coalición que dirige EEUU en Afganistán. La fuente dijo que se han recuperado 32 cadáveres del lugar atacado mientras los ocho heridos han sido trasladados a un hospital local.
El portavoz del Ejército paquistaní, el general Arshad Waheed, desmintió esa versión y mantuvo que el seminario no fue atacado ni por tropas destacadas en Afganistán ni por fuerzas paquistaníes. "Según la información que hemos recabado, la explosión ocurrió cuando un artefacto explosivo estalló prematuramente", dijo el portavoz.
"Nuestras fuentes -añadió- nos dicen que el seminario religioso de Ditta Khel, ubicado dentro de un gran recinto de adobe en la localidad de Mami Rogha y donde la explosión tuvo lugar, era usado por militantes respaldados por Al Qaeda y los talibanes como un centro de entrenamiento terrorista". Agregó que dentro del seminario hubo "docenas" de muertos, aunque precisó que las autoridades están aún determinando el número exacto.
Equilibrio difícil
La fuente local de inteligencia consideró que el ataque ha debido ser lanzado "con el consentimiento" del régimen del presidente y general Pervez Musharraf. Según la fuente, el régimen pretende esquivar su responsabilidad en lo ocurrido pues podría afectar a los acuerdos que ha firmado con líderes tribales de Waziristán del Norte y del Sur. En virtud de esos pactos, el Ejército se retiró de ambas zonas, que tienen una larga tradición de autonomía, a cambio de garantías de los líderes tribales de que no consentirían que en ellas operen insurgentes talibanes o terroristas de Al Qaeda.
En el pasado, se han registrado ataques semejantes en zona paquistaní fronteriza con Afganistán contra supuestos objetivos de Al Qaeda que fuentes locales han atribuido a las tropas extranjeras destacadas en el país vecino, y que ha asumido el Ejército de Pakistán. Alguno de esos ataques, como uno contra otra madrasa que causó 82 muertos a finales de octubre pasado, desataron la ira de la población contra Musharraf.
Visitas previas de los norteamericanos
Normalmente, estas operaciones son precedidas por visitas a Islamabad de delegaciones estadounidenses, que presionan a Musharraf para que se aplique con más contundencia contra los radicales que operan en la zona fronteriza. La semana pasada, los subsecretarios norteamericanos de Estado John Negroponte y Richard Boucher hicieron sendas visitas a Pakistán, como también la hizo el comandante del Mando Central de EEUU, William J. Fallon.
Boucher y Negroponte reiteraron su apoyo a Musharraf, agobiado por una crisis sin precedentes en sus siete años y medio en el poder que se desató tras suspender en sus funciones al presidente del Tribunal Supremo, Iftikhar Chaudhry, el pasado 9 de marzo.
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