Miles de libaneses acuden al entierro del diputado antisirio asesinado ayer en Beirut
El Gobierno de Siniora pide ayuda internacional para aclarar el atentado y para que no se extienda la violencia
Cientos de personas han acompañado hoy el cortejo fúnebre del diputado antisirio Walid Eido, asesinado ayer junto a uno de sus hijos y otras ocho personas. Mientras, el Gobierno libanés ha pedido ayuda internacional, por temor a que este atentado traiga consigo una nueva ola de violencia al país, al igual que sucedió con el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri.
El primer ministro, Fuad Siniora, ha pedido una reunión de emergencia de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe y que la comunidad internacional ayude en la investigación del asesinato de Eido ayer en la capital. Una potente bomba colocada en su vehículo estalló mientras este circulaba por la zona portuaria, matándole a él, a su hijo de 35 años, a dos de sus guardaespaldas y a seis peatones.
Antes de mediodía de hoy, los cuerpos de Eido, su hijo y un guardaespaldas han sido trasladados en ambulancias, cubiertas por banderas libanesas, desde el Hospital Universitario Americano, en el oeste de Beirut, al barrio de Verdun, donde vivía el político. El cortejo fúnebre atravesó por Corniche Mazraa, en el sector musulmán, donde se han colgado imágenes de los políticos asesinados. El sepelio ha tenido lugar en el cementerio de Shohada, tras una breve ceremonia en una mezquita.
Acompañando el féretro de Eido iban Saad Hariri, líder del bloque antisirio en el Parlamento al que pertenecía el fallecido, que tiene mayoría en la cámara; el político druso Walid Jumblatt y otros importantes políticos antisirios, que iban detrás de las ambulancias junto con cientos de ciudadanos. Miles de libaneses se han echado a las calles con banderas del movimiento Futuro Hariri.
El atentado de ayer se produjo tan sólo tres días después de que el Gobierno libanés, junto con la ONU, iniciaran la creación de un tribunal internacional, por orden del Consejo de Seguridad, para juzgar a los sospechosos del asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en Beirut en febrero de 2005, una medida a la que se oponen Siria y sus aliados en Líbano.
Eido era un firme partidario de dicho tribunal, seguidor de Hariri. El diputado es la séptima figura antisiria asesinada en Líbano en los dos últimos años. Al igual que en otros casos, la coalición mayoritaria en el poder acusó a Siria del atentado de ayer. "Este crimen es un mensaje claro del régimen sirio a Líbano en respuesta por la creación del tribunal internacional", afirman en una declaración leída por el diputado Bassem Sabei.
"No tenemos que dejarles espacio, no importa cuantos caigan; no abandonaremos Beirut", ha afirmado desafiante por su parte Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado. Beirut "debe seguir siendo la capital de la libertad, el nacionalismo, el arabismo y el honor ante la cara de los esclavos de la esclavitud, los asesinos y el terrorismo", ha agregado.
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