Jugada policial del gobernador
Jorge Telerman apuesta por una fuerza de seguridad bonaerense para distanciarse del Gobierno de Néstor Kirchner
Al actual gobernador de Buenos Aires, Jorge Telerman, le acusó ayer de "superficial" Daniel Filmus, ministro de Educación y su principal rival en el intento de pasar a la segunda vuelta en las elecciones a gobernador de la ciudad de Buenos Aires, cuyo primer turno se celebra el próximo domingo. Filmus presume sobre todo de dos cosas: de la gestión realizada durante estos cuatro años por el Gobierno federal ?con sus espectaculares cifras de recuperación económica? y de gozar del apoyo del presidente de la República, Néstor Kirchner.
En suma, el principal valor que exhibe el ministro es ser el hombre de Kirchner en estas elecciones. Un apoyo que, como bien saben los gobernadores de otras provincias, es fundamental a la hora de encarar proyectos y poderlos llevar a buen puerto.
Pero Telerman, un hombre extrovertido ?a veces, demasiado?, con un aire mundano porteño en las antípodas del mutismo y la circunspección cruceña que ha introducido la Administración de Kirchner en las esferas del poder federal, ha encontrado un proyecto que le permite esgrimir uno de los principales temas de esta campaña, la inseguridad cidadana, y además enfrentarse directamente al poder federal, presentándolo como un factor que frena el desarrollo y el bienestar de la capital, una imagen que históricamente ha tenido hondo calado entre el electorado porteño.
Y es que Telerman ha convocado un referéndum que se celebrará en paralelo con la segunda vuelta, el 24 de junio, en el que pedirá a los vecinos de la capital federal que se pronuncien sobre la creación de una policía porteña, que probablemente obtendrá su aprobación en las urnas.
Pero existen dos importantes problemas para la creación de este cuerpo. El primero es técnico, pero no menor. Hacen falta unos 1.800 millones de pesos (alrededor de 450 millones de euros al año) para financiar ese cuerpo. Tanto Telerman como el gran favorito, Mauricio Macri, de centroderecha, son partidarios de que sean aportados por el Gobierno federal, pero desde los años treinta la Casa Rosada ha utilizado el dinero que gira a las provincias como arma política capaz de mantener o hacer caer gobernadores, y no parece que un nuevo Gobierno de Kirchner apoye una propuesta presentada en su contra.
El segundo es legal. De acuerdo con una ley federal ?conocida como Ley Cafiero?, la policía de Buenos Aires es competencia del Gobierno central. Una de las ministras de Telerman desafiaba ayer directamente este orden legal. "Necesitamos tener la policía y si el Gobierno nacional no nos la quiere dar, igual la vamos a tener", subrayaba Gabriela Cerruti, titular de Derechos Humanos del Gobierno de la capital. Cerruti anunció que, 24 horas después del referéndum, se formará la nueva fuerza, "decida lo que decida el Gobierno nacional sobre la derogación de la Ley Cafiero".
Telerman comienza a mostrar sus cartas más altas y, si bien antes de la campaña incluso recabó el apoyo de Kirchner a su candidatura, ahora ha ordenado romper amarras totalmente con la Administración federal.
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