Las diferencias sobre derechos humanos arruinan la cumbre entre Rusia y la UE

La cumbre entre Rusia y la Unión Europea celebrada en la ciudad rusa de Samara ha acabado, como se esperaba, sin acuerdos concretos, ensombrecida por la detención en Moscú del líder opositor y ex campeón del mundo de ajedrez Gari Kaspárov y el debate sobre derechos humanos. En ninguna de las 18 cumbres anteriores los dirigentes de Rusia y la UE habían mantenido un duelo verbal tan agudo, con acusaciones mutuas sobre derechos humanos sin lograr acercar posturas.

Tal enfrentamiento ha quedado reflejado en la conferencia de prensa posterior, donde los mandatarios han asegurado haber mantenido un "diálogo franco y sincero". Junto con Kaspárov han sido detenidos el escritor Eduard Limónov, líder del prohibido Partido Nacional Bolchevique, y Lev Ponomoriov, dirigente del Movimiento pro Derechos Humanos, y sólo han sido puestos en libertad una vez que salió el último vuelo hacia Samara, donde tenían previsto participar en una protesta contra la política del Kremlin con motivo de la cumbre. Acosado por las preguntas de la prensa sobre las detenciones, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha señalado que no tenía "nada en contra" de esa manifestación, siempre que se respete la ley y no moleste a otros ciudadanos, y hasta ha llegado a decir que quizás la policía se había excedido.

"Digo muy abiertamente que espero que aquellos que quieran protestar y expresar su opinión puedan hacerlo", le ha replicado la canciller alemana, Angela Merkel. Ha sido entonces cuando Putin ha admitido que estaba al corriente de las acciones de la policía, que ha calificado de "detenciones preventivas que se llevan a cabo en cualquier país del mundo". Putin ha comparado lo ocurrido con Kaspárov con los recientes desórdenes en la ciudad alemana de Hamburgo. "Allí han detenido a 148 personas y aquí no habrá más de 200 manifestantes", ha afirmado, tras asegurar que no teme a "grupos marginales, y menos cuando son tan poco numerosos". Merkel ha contestado que "no es lo mismo" la actuación de la policía contra manifestantes violentos que la detención de personas que "sólo se dirigen al lugar de la manifestación".

Crisis con Estonia

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha instado a Rusia a que respete "completamente" los derechos humanos y la libertad de expresión y asociación. "Siempre debemos expresar nuestra preocupación cuando detectemos restricciones a nuestros valores y derechos", ha subrayado Barroso. En respuesta, Putin ha recordado la violación "inadmisible e indecente para Europa" de los derechos de la minoría ruso-parlante en Estonia, Letonia y Lituania. También ha recordado la muerte de un manifestante durante las protestas en Estonia contra el traslado de un monumento a los soldados soviéticos en Tallin, a quien la policía estonia ha dejado "desangrarse tirado en la calle", ha manifestado.

El 'problema polaco'

No menos tenso ha sido el intercambio de declaraciones sobre el conflicto entre Rusia y Polonia, país que vetó la negociación del nuevo acuerdo marco en respuesta a la prohibición de las autoridades rusas de las importaciones de carne desde el país vecino. Merkel y Barroso se han referido a la solidaridad europea y han subrayado la seriedad del "problema polaco", ya que "se trata de exportaciones europeas que no pueden llegar a Rusia", y han defendido la calidad de la carne polaca, que se vende libremente en los países de la UE. Sin embargo, Putin ha asegurado que los polacos exportaban a Rusia bajo su etiqueta carnes de mala calidad procedentes de terceros países.

A pesar de este abierto enfrentamiento, todos han coincidido en insistir en que las diferencias no deben ni pueden impedir la cooperación estratégica entre Rusia y la UE. "Ha sido una cumbre útil", ha asegurado el representante presidencial ruso para las relaciones con la UE, Serguéi Yastrzhembski. Y como ejemplo ha citado uno de los logros alcanzados, el acuerdo de cooperación entre las regiones fronterizas de Rusia y la UE, el propósito de coordinar los sistemas de navegación Glonass ruso y Galileo europeo, que les permitirá competir con el estadounidense GPS. También ha resaltado el avance en la redacción del acuerdo de alerta sobre seguridad energética, que esperan firmar en la próxima cumbre, que está previsto se celebre en Portugal en octubre próximo.