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Por los cubanos

No quiero hacer hoy un comentario sino celebrar que a Raúl Rivero le hayan concedido el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Yo me enteré el miércoles por la tarde por elpais.com y después tuve la oportunidad de felicitar al premiado, al estupendo poeta y combativo periodista, ahora exilado y antes preso por el régimen castrista. Como no formaba parte del jurado ni nada tuve que ver con el premio, puedo decir con mayor libertad que estoy más que satisfecho por la decisión. Por Raúl, obviamente. Por los periodistas presos todavía en Cuba, que en su país han recibido como único reconocimiento público la privación de libertad y los sufrimientos de la cárcel. Por los demás presos políticos que hay en Cuba. Por la escasa pericia del gobierno español, que mandó una nutrida delegación a La Habana, formada por el ministro Moratinos y dos secretarias de Estado, y sólo consiguió vagas promesas de futuras reuniones sobre derechos humanos y el desplante indecoroso del ministro cubano Pérez Roque que aprovechó una rueda de prensa con la delegación española para llamar mercenarios y terroristas a los indefensos disidentes. Por todos los cubanos, quienes sufren la dictadura dentro y quienes viven fuera y quisieran regresar con la democracia.

Para celebrar el premio invito a los seguidores de este blog a que lean la revista Encuentro de la Cultura Cubana, de cuyo consejo de redacción forma parte Raúl, y en especial el último número, el 43, correspondiente al invierno de 2006/2007, que contiene un sabroso dossier especial, titulado “1961: palabras de los intelectuales”. Estas páginas versan sobre las tres reuniones que mantuvieron en La Habana, en la Biblioteca Nacional, un numeroso grupo de intelectuales cubanos con Fidel Castro en junio de 1961, para discutir y aclarar la función de la cultura en el régimen revolucionario. El director de la revista, Manuel Díez Martínez, los describe como los encuentros “entre la máxima jerarquía de un poder que avanzaba hacia el totalitarismo y una clase intelectual desprevenida que, a pesar de sus dudas y preocupaciones, era mayoritariamente favorable a la Revolución”. Antonio José Ponte, en el artículo “Una reunión de miedo”, asegura que aquella fue “la madre de todas las asambleas”, puesto que “cada vez que las autoridades cubanas necesitan lidiar con artistas recurren a la misma pauta”. Dicha pauta quedó establecida tras aquellas reuniones y culminó en un discurso famoso de Fidel, ‘Palabras a los intelectuales’, en el que pronunció su célebre frase inquisitorial, que ha permitido sajar todas las disidencias: “Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”.

Nos cuenta Ponte que, antes de dirigirse hacia el micrófono para empezar el discurso, Castro desenfundó el pistolón y lo puso sobre la mesa.

Comentarios

Sólo hay una manera de expresarse a favor del régimen cubano (sin vivir de él como carroñeros, se entiende), y es mirar alrededor, a países de su entorno más injustos aún, presuntamente democráticos, asfixiados por la corrupción y/o la guerrilla, mirando a Estados Unidos, hablando del bloqueo. Sólo es posible salvar a Cuba hablando del mundo entero, por comparaciones, por razonamientos holísticos. Por demagogia, en suma. Cuba, al microscopio, ya no resiste ni un minuto más. La visita de Moratinos, patética como la actitud de la izquierda española sobre Cuba (aún peor es la derecha proamericana y cegata, conste)
Viví muy de cerca aquel episodio de la detención de raul Rivero y solo se puede decir que es un gran cubano...una gran persona y sobre todo que es una persona que quiere a su país por encima de todo. El ahora vieve en España, en una ciudad que lo acogió con los brazos abiertos y que lo respeta como ciudadano. Ojalá pronto pueda ser respetado como ciudadano en su propio pais que es el mejor premio que se le puede dar y el único que es importante para él.
Y Fidel, sobreviviente de sí mismo. Atentos a su reaparición el 1 de mayo. Ya están todos los medios del mundo acreditados. Una lástima que los cubanos no puedan ser ciudadanos en su propio país en la línea de la que dice TH. Por lo demás, las comparaciones son odiosas...
Me place leer algo así en su periódico. A veces me cuesta entender que no se diga más y más claro sobre lo que la isla es. Entiendo que los que escriben desde allá, y no son nacidos en la isla, tengan muchas veces que hacer 'encaje de bolillo' para mandar una crónica. Y digo 'no nacidos en la isla' porque los que son del lugar si escriben 'fuera de la Revolución' se pudren en la cárcel si acaso no intermedia un 'amigo' del jefe en jefe. Me pregunto muchas veces cuando leo lo que escriben aquéllos que de alguna manera dicen representar al pensamiento progresista -en ocasiones dizque de izquierdas- qué carajo harían ellos en un lugar como ése. Quiero decir: si tantas y tantas veces critican -muchas con razón- el trabajo y la actitud de nuestra clase política, elegida democráticamente ¿cómo harían si los llevaran presos por cuatro años por el tremendo atentado que significa la 'posibilidad' de ir contra la ley? Quiero decir: ¿es posible entender y aceptar que se pene con cárcel a una persona porque cabe la posibilidad de que delinca? Cuando eso sucede sus bocas callan. Y si de ser objetivos se trata, no se puede denunciar Guantánamo -que hay que hacerlo todos los días- sin reclamar por los detenidos en cualquier lugar del mundo por delitos de opinión, por delitos de pensamiento. Y ante eso, callan. Y ese silencio es para mí un maldito silencio. Y callan ante la pena de muerte. Y lo que es peor, en ocasiones hasta la justifican. Verá, todo el mundo habla de Cuba como si el lugar fuera el paraíso. Y creo que si lo hacen así es porque la conocen o como turistas o como invitados especiales (muchas veces en esa invitación se incluye casa de protocolo y lo que ello significa, que a muchos les encanta ¡cómo no!) Y ésa no es la manera de conocer un país. Vienen a mi pensamiento ahorita mismo, por ejemplo, las lecciones que un afamado crítico musical de mi juventud nos viene dando desde ultramar. Lecciones de democracia, libertad, justicia, igualdad, etc. etc. y me quedo muchas veces con los ojos en cuadro. En primer lugar se me hace raro que un ciudadano extranjero viva y trabaje en la isla porque eso no sucede en la realidad. Vivir, si es que es de rentas, puede suceder. Uno sale del país, vuelve a entrar, tira de recursos económicos, se 'porta bien' y listo! pero no creo que trabaje y menos que deba resolver (que es lo mismo que buscarse la vida) como lo hacen allí los cubanitos de a pie. Qué va! él, seguro, no debe pensar nada más amanecer cómo dar de comer a los que están en la casa. Eso para empezar. Y para seguir: si él hablara allí de las cosas que no funcionan, porque las hay y muchas, de la misma manera que lo ha hecho en su país ¡lo iba a tener claro! ¡pero bien claro! En fin... esto es nomás una pincelada, muy chiquita, de lo que en mi pensamiento se amontona y mis palabras están siendo excesivas. Pero de alguna manera he conocido la realidad cubana de cerca -viví allí unos años- y digo de alguna manera porque era extranjera y tenía recursos económicos, con lo cual yo no sufría para nada las dificultades que no ser extranjero y no tener recursos suponen, pero conocí la realidad de las personas con las que conviví bien intensamente y allá dejé, y déjeme que le diga lo que ellos repiten y repiten todos los días muchísimas veces: No es fácil!! Pero nada fácil. Y hace falta que se sepa. Mucha. Y Moratinos que deje de hablar del Cardenal como referente, porque la verdad... es muy penoso. La Iglesia ha decidido virar su rumbo allá, como lo está haciendo acá. Y si no ¿qué significa que se silencie a un medio de expresión como 'Vitral', que desde hace unos años era referente para muchos ciudadanos cubanos? O mejor deberíamos decir súbditos, porque en ocasiones es lo que parece. Tengo la sensación de que cuarenta y tantos años de 'Revolución y progreso' no han servido para dejar de pensar que los hombres y las mujeres de la isla son todavía menores de edad en lo que a pensamiento y libertad se refiere. Otra vez, disculpas por la extensión.
Con tanta palabra se me olvidó: mi felicitación para Raúl Rivero y para todos los que, como él, tratan de ejercer la libertad de pensamiento.
Estoy realmente harto de escuchar el tópico de que El País no se pronuncia contra Castro claramente. Quien dice eso o no lee El País o no se pronuncia contra Castro claramente, y cree el ladrón que todos son de su condición.
Se pronuncia pero con excesiva mesura. Desde allá, lo comprendo. Desde acá, no. Leo todos los días el periódico desde que salió a la luz y nunca encontré algo que reflejara y denunciara contundentemente la situación en la que viven en presidio los que allí están por pensar de otra manera, y sólo por eso. ¿O sí? Si es así, disculpas. Si no, por favor, deme la referencia y lo leeré bien atentamente.
Castro traidor ,Cuba va a ser libre quieras o no delincuente . Comete el pasaporte cubano comunista de tu puta madre

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