Miles de personas salen a la calle en Bielorrusia para exigir reformas democráticas
Durao Barroso brinda el apoyo de la Unión a los opositores
Miles de opositores bielorrusos se han congregado este domingo en el centro de Minsk para demandar reformas democráticas y la liberación de los presos políticos, acción de protesta que ha estado precedida de violentos enfrentamientos con la Policía.
Alexandr Milinkévich, líder de la oposición democrática y premio Sájarov a la libertad de conciencia en 2006, ha exigido también la liberación de los presos políticos, en particular del líder socialdemócrata, Alexandr Kozulin, condenado el pasado año a cinco años y medio de cárcel.
En el mitin, el acto de protesta más multitudinario desde las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de marzo de 2006, han intervenido el líder liberal ruso, Nikita Belij, y varios miembros del Parlamento europeo, polaco y azerbaiyano, que han criticado la falta de libertades en Bielorrusia.
La oposición bielorrusa conmemoraba este domingo el aniversario de la proclamación en 1918 de la efímera República Popular de Bielorrusia, aplastada por el Ejército soviético tras sólo unos pocos meses de existencia. Antes del inicio del mitin, militantes de la oposición protagonizaron violentos enfrentamientos con agentes policiales en la céntrica plaza de Octubre, cerca del edificio de la administración presidencial.
A un año de los graves disturbios
Finalmente, los efectivos antidisturbios consiguieron dispersar a los manifestantes, que ondeaban ilegales banderas rojiblancas de la Bielorrusia presoviética, y expulsarlos de la céntrica plaza deteniendo a los más remolones. Como ocurriera hace un año, las autoridades de la capital bielorrusa habían ofrecido a las organizaciones opositoras la posibilidad de celebrar un mitin en otro lugar, pero éstas rechazaron la oferta.
Hace exactamente un año se produjeron violentos choques entre policías y manifestantes opositores, que protestaban contra el fraude en las elecciones presidenciales del 19 de marzo de 2006, en las que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, resultó reelegido con más del 82% de los votos. Entonces, Kozulin fue golpeado, detenido y procesado por incitar a sus partidarios a asaltar la prisión en la que se encontraban detenidos decenas de jóvenes opositores.
La Unión Europea y Estados Unidos, que consideran a Lukashenko el "último dictador de Europa", no reconocen como legítimos los resultados de los comicios presidenciales de marzo pasado. De hecho, este domingo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha expresado el apoyo de la UE a los ciudadanos de Bielorrusia y ha afirmado que Bruselas está dispuesta a incrementar su caudal de ayudas y cooperación si el Gobierno de Kiev inicia reformas democráticas.
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