Marruecos detiene a 18 personas por su presunta implicación en el atentado suicida de Casablanca

Las autoridades marroquíes han informado hoy de la detención de 18 personas por su presunta implicación en el atentado suicida perpetrado el pasado lunes, 11 de marzo, en Casablanca. Un terrorista, Abdelfetta Raydi, de 24 años, se inmoló en un cibercafé de Sidi Mumen, una barriada chabolista de Casablanca, causando su propia muerte e hiriendo a otras cuatro personas, incluido un cómplice, Yussef Khoudri. Éste, de 17 años, que también llevaba un cinturón explosivo, se desprendió de él e intentó darse a la fuga, pero fue alcanzado por la policía. Ayer la policía marroquí detuvo a nueve personas fruto de varias redadas en algunas barriadas de Casablanca, consideradas campo de cultivo del islamismo radical.

La policía busca a otros seis sospechosos, según una fuente gubernamental. Mientras, los agentes han localizado un cinturón explosivo listo para ser utilizado en la habitación en la que vivieron durante quince días los dos terroristas autores del ataque, han informado hoy fuentes policiales.

Estas mismas fuentes han desmentido que se hubiera encontrado en el registro de la casa 200 kilos de explosivo como informaron ayer algunos medios de comunicación. "Contrariamente a los rumores e informaciones divulgados por algunos medios en cuanto a la incautación de una cantidad enorme de explosivos, la verdad es que se trata sólo de cantidades poco significativas de productos que se venden libremente en el mercado local", ha explicado el responsable de las investigaciones.

Según se ha sabido, el cibercafé en el que se produjo la explosión no era el objetivo del atentado, sino que los dos kamikazes acudieron al establecimiento con el fin de recibir instrucciones a través de Internet. Al parecer, el encargado del local sospechó de los dos terroristas y decidió retenerles en el establecimiento hasta la llegada de la policía, motivo por el cual uno de los terroristas decidió hacer explotar su cinturón explosivo.