Decenas de miles de personas exigen en Washington el regreso de las tropas de Irak
La protesta, que ha contado con la presencia de líderes demócratas y militares en activo, se convierte en un llamamiento a los demócratas para que fuercen un "cambio de rumbo" en Irak
Washington ha vuelto a ser hoy escenario de una marcha contra la guerra de Irak, la más multitudinaria hasta la fecha. La coalición Unidos Por la Paz y la Justicia -que congrega a 1.400 grupos opuestos a la contienda- ha reunido en la capital estadounidense a varios miles de personas llegadas a Washington en trenes, aviones y en una caravana de 300 autobuses. Se han unido a la protesta actores como Sean Penn, Tim Robbins, Jame Fonda y Susan Sarandon, todos ellos conocidos por su activismo en contra de la presencia de Estados Unidos en el país árabe. Destacados líderes del Partido Demócrata, que ostenta la mayoría en el Congreso, también han secundado la manifestación junto a pacifistas, militares en activo y veteranos de guerra.
La marcha ante el Capitolio se produce en un momento en que el Congreso de mayoría demócrata revisa con lupa la estrategia político-militar de EE UU en Irak, un absoluto fracaso hasta la fecha. Portando carteles con mensajes de paz y gritando consignas en contra del presidente George W. Bush, los manifestantes se han congregado desde primera hora de la mañana frente al Capitolio para exigir que los demócratas cumplan su promesa electoral de noviembre pasado de dar "un nuevo rumbo" al país.
"El Congreso tiene que poner de su parte y cortar los fondos para la guerra en Irak, y no dejarse intimidar por las tácticas de miedo que utiliza el Gobierno de Bush", ha reclamado Kevin Martin, director ejecutivo del grupo Peace Action, integrante de la coalición que organizó la protesta. El presidente estadounidense "está utilizando a nuestras tropas como escudo humano y no quiere aceptar que su política (en Irak) ha fracasado", ha denunciado Martin.
Ante la prolongación e impopularidad de la guerra en Irak -la continua espiral de violencia se ha cobrado hoy la vida de al menos diez personas en Bagdad-, el Gobierno de Bush ha pedido recientemente el envío adicional de 21.500 soldados a ese país. La propuesta de Bush para propiciar la estabilidad del país árabe, ha señalado Martin, "es como querer apagar el fuego con gasolina", y con ésta "sólo arriesga un mayor desastre para el Partido Republicano en las elecciones de 2008".
Haciéndose eco de otros activistas, Martin ha insistido en que oponerse a la guerra en Irak no es signo de "traición a la patria (como sostienen algunos) precisamente porque apoyamos a nuestras tropas y queremos que regresen a casa". Ha recordado, además, que "alrededor de mil activistas" de 47 estados se reunirán con miembros del Congreso, o sus asesores, el lunes próximo para "comunicar el mensaje de que no vamos a tolerar más la política" de EE UU en Irak. Esta jornada de protestas coincide con una campaña de anuncios televisivos dirigidos en particular a senadores clave en el análisis sobre el conflicto en Irak.
Entre los manifestantes, que han desafiado el frío y han logrado el cierre de varias calles céntricas de la ciudad durante la marcha, ha estado Ann Robertson, proveniente de Ohio. "No queremos que a los demócratas se les olvide la promesa de cambiar el rumbo de la guerra. Les dimos nuestro voto y queremos que rindan cuentas", ha dicho Robertson, A pocos metros de esta mujer, otros activistas del grupo CodePink, de Ohio y California, colocaban en un enorme contenedor de plástico miles de zapatos de mujeres, niños y hombres, como símbolo de las víctimas civiles iraquíes.
Entre los militares en activo que se han sumado a la protesta ha estado Jonathan Hutto, un soldado que considera que la guerra en Irak está destinada al fracaso. "Queremos que nuestros soldados regresen a casa, pero no en ataúdes. Un sinnúmero de iraquíes también están muriendo, todo por una guerra basada en mentiras", ha dicho, por su parte, Kim Gandy, presidenta de la Organización Nacional de las Mujeres (NOW).
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