Un tiroteo contagioso
Expertos policiales opinan que la tendencia a disparar de los agentes cuando creen que un compañero está en peligro explica un tiroteo con 50 disparos en el que un hombre murió el sábado
Un tiroteo contagioso. Esa es la hipótesis que manejan los expertos para explicar por qué varios policías dispararon hasta 50 veces el sábado por la noche en un club de striptease del barrio neoyorquino de Queens, causando la muerte de Sean Bell, que celebraba su despedida de soltero, y heridas a dos de sus amigos, uno de los cuales se debate entre la vida y la muerte.
¿Qué es un tiroteo contagioso? Uno de los agentes dispara y sus compañeros, creyendo que se encuentra en peligro inminente, vacían también sus cargadores. Según informa hoy el diario The New York Times, se ha producido en varias ocasiones en los últimos años. El año pasado ocurrió también en Queens, cuando un hombre armado murió ante ocho agentes que dispararon 43 veces. En julio, 26 disparos para abatir a un pit bull que había mordido la pierna de un policía en el Bronx. En 1995, otro caso: 125 disparos para evitar un robo; uno de los agentes disparó 45 veces (vació tres cargadores).
La policía investiga el caso del sábado pasado, cuando la despedida de soltero de Sean Bell, un ciudadano negro de 23 que se casaba al día siguiente, acabó en tragedia. El relato de los hechos dice que los policías, que realizaban una operación de incógnito en el club Kalua Cabaret, oyeron una conversación entre una bailarina y Bell que les hizo sospechar que estaba armado. Luego, a la salida del local, oyeron lo que les pareció una trifulca, tras la que Bell se metió en su coche con sus amigos. Un agente se acercó al coche de Bell y este le arrolló, embistiendo después por dos veces una furgoneta policial camuflada. Entonces comenzó el tiroteo. Como un virus, el tiroteo se contagió y los gatillos se activaron hasta 50 veces. Uno de los cinco agentes es responsable de 31 disparos (dos cargadores). Bell murió, uno de sus amigos, alcanzado hasta 11 veces, está en estado crítico, y otro herido menos grave.
Los familiares y amigos del novio y de los heridos no se explican un número tan elevado de disparos, especialmente teniendo en cuenta que ninguno de ellos iba armado. Por su parte, los expertos de la policía dicen que en medio de ese caos, en las fracciones de segundo que van desde la calma al tiroteo, nada está claro y el corazón bombea a toda velocidad. Incluso que 50 tiros se pueden dar en pocos segundos.
De momento, los cinco agentes han sido dedicados temporalmente a tareas administrativas, sin armas, mientras el departamento de policía y el fiscal de distrito de Queens investigan los hechos.
“Les enseñamos todo lo que podemos”, dice John C. Cerar, un comandante de policía retirado de la sección de entrenamiento, pero “pasan muchas cosas en un momento. La gente no entiende, se creen que es como en la televisión, que un policía saca la pistola y dispara a alguien sin control”. Según las estadísticas, la media de disparos de los agentes que se han visto envueltos en alguno de los 112 tiroteos registrados en la ciudad este año es de 3,2, según la policía. El año pasado fue de 3,7, y la tendencia es a la baja desde 1995, cuando la media era de 5 disparos.
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