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Un tribunal turco absuelve a la novelista Elif Safak de "insultar a la identidad" nacional

Erdogan se felicita por la decisión de los jueces y apunta a un posible cambio en la legislación para eliminar este delito

Un tribunal turco ha absuelto hoy a la novelista Elif Safak, una de las autoras más conocidas del país, del cargo de "insultar la identidad turca" en una de sus novelas, al considerar que faltan pruebas. Esta decisión judicial podría facilitar la adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE), que ha advertido al país de que las medidas represivas contra periodistas y escritores podrían poner en peligro su ingreso. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha mostrado su satisfacción por la absolución.

En apenas 20 minutos de audiencia y sin oír a la defensa, la Corte ha considerado que no había bastantes pruebas en contra la escritora, que no se encontraba en la sala porque dioi a luz una niña el pasado sábado. A las puertas del tribunal, unos 200 policías protegían el acceso de una treintena de manifestantes ultranacionalistas que blandían banderas turcas y que han quemado retratos de la novelista. Junto a ellos, se encontraban numerosos intelectuales que han acudido en apoyo de Safak. Elif Safak, de 35 años, estaba acusada por un grupo de nacionalistas de "insultar la identidad turca" por su novela El Padre y el Bastardo, publicada el pasado marzo y en la que menciona el genocidio turco contra los armenios en los últimos tiempos del Imperio Otomano.

El Padre y el Bastardo cuenta la historia de dos familias, una turca y otra armenia y, en algunos pasajes, los personajes califican a los turcos de "carniceros", y aseguran que éstos "proceden de Asia Central y masacraron a los armenios". La cuestión armenia es tabú en Turquía, que rechaza el término "genocidio" para cualificar las matanzas de armenios perpetradas entre 1915 y 1917. El artículo 301 del nuevo Código Penal turco, aprobado en 2005, castiga con penas de cárcel de entre seis meses y tres años a quienesinsulten en público a los turcos, a la República o la Asamblea Nacional. Desde su entrada en vigor en junio del año pasado, el nuevo código penal ha sido blanco de duras críticas en Turquía y por parte de organizaciones internacionales pro derechos humanos que lo consideran contrario a la libertad de expresión. Además de Safak, han sido juzgados numerosos artistas y escritores turcos.

Este proceso, muy mediatizado, se ha considerado como una prueba de los esfuerzos de democratización del Gobierno de Ankara, que empezó hace un año difíciles negociaciones de adhesión al club europeo. El islamista moderado Tayyip Erdogan ha saludado la decisión y ha dado a entender que el artículo por el que se incriminó a la escritora podría ser enmendado, conforme a los deseos de los europeos. "Estoy satisfecho por la decisión tomada en el caso de la escritora Safak, que asegura que su novela no alberga de ningún modo sus propias ideas sino que es algo dicho por un personaje.", ha dicho el gobernante turco. "Discutiremos de esta cuestión en el Parlamento. Las leyes no tiene por qué estar ahí eternamente", ha añadio Erdogan en Ankara.

"Estoy contenta por esta decisión pero estoy triste por lo que se ha visto fuera de la Corte", ha declarado por su parte la novelista a la cadena de información NTV, para añadir que el delito del que fue acusada era demasiado vago. Safak ha negado en todo caso que, con su obra, pretendiera ofender a la identidad turca. "Muy al contrario, elaboré una aproximación de los pueblos arménios y turcos", ha dicho la de varios best-sellers, profesora en la Universidad de Arizona (Estados Unidos). La escritora ha denunciado la aparición en Turquía de una "cultura del linchamiento" contra las opiniones disidentes. "El que no piensa como nosotros coopera con el enemigo y esta idea me inquieta", ha añadido.

El Parlamento turco discute actualmente una reforma legislativa antes de la publicación por parte de la Comisión, el próximo 8 de noviembre, de un informe crucial sobre los progresos de Ankara, pero el artículo 301 no figura entre los que van a ser reformado. Al margen de la controvertida cuestión de los derechos humanos y de las minorías, las negociaciones de adhesión están en peligro debido a la negativa de Ankara a abrir los puertos y los aeropuertos turcos a las embarcaciones y los aviones grecochipriotas, miembro del bloque europeo.

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