El líder supremo de Irán afirma que Teherán no interrumpirá su programa nuclear
Suspender el enriquecimiento de uranio es "imposible" en este momento, señala otro alto cargo iraní.- Bush confía en la "determinación" del Consejo de Seguridad.- Irán se enfrenta a posibles sanciones económicas
Irán debía responder mañana, pero lo ha hecho hoy. El ayatolá Ali Jamenei, máxima autoridad del país y líder supremo de la República Islámica, ha afirmado que Teherán continuará con su programa nuclear y que "con la ayuda de Dios" recibirá sus frutos. Por su parte, el vicepresidente de la Organización iraní de la energía atómica, Mohamed Saidi, ha dicho que la suspensión del enriquecimiento de uranio, exigida por la ONU, es "imposible" en este momento. Desde Washington, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha asegurado que Irán "es parte del problema", en alusión a Oriente Medio, y ha pedido que el Consejo de Seguridad actúe con "determinación" si Teherán no interrumpe su actividades de enriquecimiento.
Bush ha aludido de esta forma a las sanciones económicas que prevé la resolución 1696, aprobada el pasado 31 de julio, y basada en el artículo 41 de la Carta de Naciones Unidas. La resolución pide que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) presente un informe al Consejo el 31 de agosto sobre si Irán ha suspendido sus actividades nuclerares.
"Esperaremos a la respuesta oficial de Irán", ha dicho Bush. "Queremos solucionar esto diplomáticamente, es hora de que la comunidad internacional, incluyendo a EE UU, trabajen para una diplomacia efectiva, y eso empieza en el Consejo de Seguridad", ha añadido el presidente estadounidense, que ha calificado a Irán como "parte del problema" durante sus reflexiones sobre la situación que vive Oriente Próximo en el transcurso de una rueda de prensa en Washington.
"Acuerdo con Rusia y China"
La semana pasada, el subsecretario de Estado Nicholas Burns afirmó que EE UU había alcanzado un acuerdo con Rusia y China y el resto de miembros del Consejo para acudir a las sanciones. En cualquier caso, está por ver si Moscú y Pekín apoyan estas medidas, ya que a pesar de haber firmado la resolución 1696, ambas potencias se han mostrado reacias a aplicar sanciones sobre Teherán.
El pasado 6 de junio los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Rusia, Francia, EE UU y Gran Bretaña) más Alemania presentaron a Irán una oferta con incentivos económicos si suspendía sus actividades de enriquecimiento de uranio, un proceso decisivo para la obtención de una bomba atómica.
EE UU y sus aliados sospechan que Irán está desarrollando una bomba nucler y acusan a Teherán, firmante del Tratado de No Proliferación, de ocultar al OIEA su programa nuclear durante varios años. El régimen islamista de los ayatolás niega esas acusaciones e insiste en que sus investigaciones y desarrollos en el campo nuclear sólo tienen fines pacíficos.
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