La Conferencia de Roma aboga por enviar a Líbano una fuerza bajo mandato de la ONU
Los representantes reunidos en Italia quieren que sean las Fuerzas Armadas libanesas las que pacifiquen la región
Los representantes de 13 países y cinco organismos internacionales (Naciones Unidas, el Banco Mundial y tres de la Unión Europea) se han reunido esta mañana en Roma para tratar de alcanzar un acuerdo que fabrique "una paz duradera, permanente y sostenible" en Líbano. La declaración final leída por el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Massimo D'Alema, aboga por enviar un contingente internacional bajo mandato de la ONU para que apoye al Ejército libanés a la hora de desarmar a Hezbolá y recuperar el control sobre el sur del país.
"La Conferencia de Roma expresa su decisión para trabajar y alcanzar con la mayor urgencia un alto el fuego que ponga fin a la violencia, que debe ser duradero, permanente y sostenible", ha asegurado D'Alema. La "condición fundamental" para el cese de las hostilidades pasa porque el Gobierno libanés "pueda ejercer su autoridad sobre todo su territorio". Con el objeto de que las Fuerzas Armadas libaneses se desplieguen por todo el país y "controlen todas las armas" (es decir, que mantengan bajo control a la milicia chií), el documento aboga por el envío de una fuerza internacional bajo mandato de la ONU, que en cualquier caso deberá servir sólo de "apoyo" al Ejército libanés.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha abogado por incluir a Siria e Irán en este acuerdo. En su opinión, es necesario enviar cuanto antes una fuerza internacional "para estabilizar la región, de forma que Líbano tenga tiempo para preparar su Fuerzas Armadas", lograr el cese de las hostilidades y "el control de todas las armas". La Conferencia de Roma prevé además que se organice una conferencia de donantes para la reconstrucción de Líbano, además de enviar ayuda militar a las Fuerzas Armadas libanesas para la tarea que les espera.
El encuentro presentaba dos bloques enfrentados: por un lado, el de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canadá, que resaltaba el derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hezbolá y Hamás; por otro, el de Rusia, Francia, España e Italia, que ponía el énfasis en que esta respuesta ha sido desproporcionada. Respecto al envío de una fuerza internacional a la zona, las diferencias de parecer eran notables.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, deseaba el envío de una fuerza de interposición con un "mandato robusto" para desarmar a Hezbolá, mientras que Francia y Rusia prefería algo más modesto que simplemente reforzara al Ejército libanés. Tras el encuentro, Rice ha señalado que la fuerza internacional tendrá "una robusta capacidad para imponer la paz, poner fin a la violencia y proteger a las fuerzas humanitarias", bajo "una sola autoridad".
D'Alema, por su parte, ha destacado que Israel haya aceptado por primera vez el envío de una fuerza internacional a la zona, y ha expresado su deseo de que en el futuro este contingente pueda extender sus trabajos a Gaza, aunque dejando claro que este tema no se ha tratado en la reunión.
España estudiará si participa en el contingente de Naciones Unidas
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha explicado que su Gobierno decidirá si propone al Parlamento que España participe en la fuerza multinacional para el Líbano cuando conozca las condiciones en que actuará, entre ellas si Hezbulá acepta su presencia. Al término de la reunión, Moratinos ha valorado positivamente sus resultados, aunque ha reconocido que le habría gustado obtener un alto el fuego inmediato. En cuanto al despliegue de tropas, cree que es prematuro hablar de una posible participación española en esta fuerza, una iniciativa que el Gobierno tendría que "discutir internamente" y someter en su caso a la consideración del Congreso de los Diputados.
España era hasta ayer el máximo donante bilateral al Líbano de la UE y su embajada en Beirut ha iniciado las gestiones con el Gobierno libanés para poder tratar en hospitales españoles a algunos de los heridos en el conflicto, una iniciativa que ha agradecido hoy al representante español el primer ministro libanés, Fuad Siniora. Fuentes diplomáticas españolas han destacado que Moratinos fue quien consiguió que el documento final de la conferencia italiana comprometiera a los participantes a lograr un alto el fuego permanente "con la mayor urgencia", un matiz con el que se desbloqueó el consenso de la reunión. Al margen de la reunión, Moratinos ha mantenido hoy entrevistas con sus homólogos de Francia, Philippe Douste-Blazy, de Egipto, Ahmed Abul Gheit, y de Finlandia, Erkki Tuomioja, que preside el Consejo de Ministros de la UE, y tenía previsto reunirse también con el diputado libanés Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado Rafic Hariri.
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