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Dos informes del Pentágono reconocen abusos sobre prisioneros iraquíes y afganos

Ningún militar ha sido castigado o juzgado por estos hechos

Las fuerzas especiales estadounidenses desplegadas en Irak alimentaron a prisioneros iraquíes sólo con pan y agua durante 17 días seguidos, usaron técnicas prohibidas de interrogación, como la privación del sueño y la música muy alta, y desnudaron al menos a un detenido, según consta en dos informes del Pentágono sobre incidentes ocurridos en 2003 y 2004 en Irak. De momento, ningún militar ha sido castigado o juzgado por estos hechos.

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Los informes, solicitados al Pentágono por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), señalan que entre las prácticas de interrogatorio de prisioneros no aprobadas figuraban la privación del sueño y someterlos a música estridente. Los documentos describen a prisioneros recluidos en celdas muy pequeñas, incluido a un recluso que estaba desnudo "porque se orinaba sobre sus ropas continuamente". Los documentos, sacados hoy a la luz con numerosas partes censuradas y tachadas -se han borrado nombres, lugares e identificaciones de unidades militares-, concluyen que el trato a los detenidos fue incorrecto pero no ilegal.

Y, aunque admiten el uso de recursos inadecuados y la falta de vigilancia y de directrices apropiadas, no ven deliberación en los abusos. De momento, ningún militar ha sido castigado o juzgado por estos hechos. Los documentos, más de mil páginas, incluyen los informes preparados por el general Richard Formica sobre las operaciones de fuerzas especiales en Irak y por el general Charles Jacoby sobre el tratamiento de prisioneros en Afganistán.

Abusos "generalizados y sistemáticos"

El informe sobre Irak señala que las condiciones generales de los centros de detención en ese país "no se ajustaban al espíritu de los principios establecidos por las Convenciones de Ginebra" sobre el tratamiento que se debe dar a los prisioneros. En ese sentido, el Informe Formica, que había sido pedido hace más de dos años, recomienda cambios y la actualización de los procedimiento, incluyendo un mejor entrenamiento de las fuerzas especiales y nuevas normas para los centros de detención, según fuentes de la ACLU.

Según Amrit Sing, abogada de la ACLU, "tanto el 'Informe Formica' como el 'Informe Jacoby' demuestran que este Gobierno (de EE UU) no se ha tomado realmente en serio la investigación de los abusos contra los detenidos". Los documentos "demuestran que los abusos de detenidos en Irak, la bahía de Guantánamo y Afganistán eran generalizados y sistemáticos", ha añadido. También revelan que "las fuerzas especiales estaban repetidamente involucradas en incidentes de abusos a detenidos", afirmó la abogada. Fuentes del Pentágono han dicho que las recomendaciones del Informe Formica comenzaron a aplicarse una vez completado.

Según el coronel Mark Ballesteros, portavoz del Pentágono, "la política de EE UU es tratar a todos los detenidos de forma humanitaria". Ballesteros ha subrayado que, por esta razón, se "han tomado medidas importantes para investigar, asignar responsabilidades y modificar nuestras operaciones de manera adecuada". Desde las denuncias sobre abusos cometidos en la prisión iraquí de Abu Ghraib, hace dos años, el problema de los malos tratos ha sido uno de los factores más importantes de la impopularidad de la guerra en ese país. Estos informes se han dado a conocer en momentos en que el Gobierno del presidente, George W. Bush, pretende frenar esa impopularidad con evaluaciones optimistas sobre la situación en Irak tras el establecimiento de un nuevo Gobierno en ese país.

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