La UE aplaza el debate de la Constitución y deja la llave a Alemania y Francia

Alemania, en el primer semestre de 2007, y Francia, en el segundo de 2008, tendrán la llave de la salvación de la Constitución europea, según el acuerdo alcanzado este jueves por los líderes de la Unión Europea, que han decidido aplazar hasta el 2009 la salida a esta crisis institucional. El plan decidido esta noche por los 25 gobernantes comunitarios deja en manos de las dos potencias europeas la salida a la crisis que atenaza a la Unión desde que hace un año el nuevo tratado fuera rechazado en sendos referendos por franceses y holandeses.

Un intento del jefe de Gobierno austríaco y presidente de turno del Consejo Europeo, Wolfgang Schüssel, de involucrar también al Reino Unido -la tercera llave- en la búsqueda de la solución final ha fracasado en el último momento. Fuentes comunitarias han asegurado que los primeros ministros Romano Prodi (Italia), Guy Verhofstadt (Bélgica) y Jan-Peter Balkenende (Holanda) han rechazado una coletilla aparentemente inofensiva en el borrador de declaración presentado por Schüssel que atribuía "especial responsabilidad" en la búsqueda de una salida a las presidencias de turno "desde el comienzo del período de reflexión".

Sin el apoyo del Reino Unido

Si se tiene en cuenta que dicho período comenzó en junio de 2005 y que, de acuerdo con el compromiso alcanzado debería conducira un resultado durante el segundo semestre de 2008, el párrafo propuesto por Schüssel se refería sin nombrarlas a las presidencias sucesivas ejercidas por el Reino Unido, Austria, Finlandia, Alemania, Portugal, Eslovenia y Francia. El Reino Unido, el socio más renuente a la Constitución; Alemania, el más entusiasta; y Francia, el primer desencadenante de la crisis constitucional, se veían atribuir, en el plan del líder austríaco, la responsabilidad principal de buscar un resultado "en estrecha cooperación".

El plan, sin embargo, no prosperó debido, sobre todo, a las reticencias italianas, y no figurará hoy viernes, seguramente en las conclusiones finales de esta cumbre. Los Veinticinco, muy lejos del consenso sobre el destino final de la Constitución, se pusieron, no obstante, de acuerdo sobre el itinerario para salir de un atolladero cuya primera consecuencia práctica ha sido la de echar el freno a futuras ampliaciones de la UE.

El "período de reflexión" iniciado en junio de 2005 será prolongado un año más, aunque, y según explicó Schüssel, Europa pasará de la mera "reflexión" a una fase activa de aplicación de "proyectos".

Alemania, el gran paso

Paralelamente, la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, que asumirá la presidencia de la UE en enero, ha recibido el encargo de preparar un informe para junio próximo que refleje "el estado de la discusión sobre el Tratado constitucional" y "explore posibles desarrollos futuros". El informe de Merkel y el análisis que de él haga el Consejo Europeo constituirán "la base" para las "decisiones ulteriores sobre cómo continuar el proceso de reforma", teniendo en cuenta que "los pasos necesarios a tal efecto deberán tomarse como muy tarde durante el segundo semestre de 2008". O sea, bajo presidencia francesa de la Unión y con un inquilino diferente en el Palacio del Elíseo de París.

Con Merkel en la presidencia rotatoria de la UE, los líderes europeos se reunirán el 25 de marzo en Berlín, coincidiendo con el 50 aniversario del Tratado de Roma, para aprobar una declaración política en la que confirmarán, para tranquilidad de los socios más integracionistas, "los valores y ambiciones" de la Europa unida.