El Ejército de EE UU informa del suicidio de tres prisioneros en la cárcel de Guantánamo
El presidente Bush ha manifestado su profunda inquietud por la muerte de los tres detenidos
El Ejército de Estados Unidos ha informado hoy de la muerte de tres presos en la cárcel de Guantánamo. En un comunicado el mando militar de la zona segura que los tres fallecidos, dos ciudadanos saudíes y un yemení, se han suicidado en sus celdas y que los intentos de reanimación han resultado inútiles. Son las primeras muertes de reclusos registradas en esta prisión, un centro que ha acaparado las críticas de la comunidad internacional.
Según el comunicado oficial, los tres hombres recibieron asistencia médica inmediata una vez que se descubrió que habían atentado contra sus vidas, pero todos perecieron. El mes pasado hubo violentos enfrentamientos entre algunos detenidos y sus custodios militares. El incidente comenzó cuando algunos prisioneros, según el Pentágono, fingieron un suicidio.
Josha Denbeaux, un abogado que ha representado a algunos prisioneros ante los tribunales estadounidenses, dijo a la cadena de televisión CNN que los cautivos en Guantánamo "están en condiciones terribles, aislados, sin noticias del mundo exterior, sin noción de qué ocurrirá con ellos". "¿Por qué y para qué alguien quiere mantener a estas personas sin juicio?", dijo Denbeaux.
Pesadilla para el Gobierno
Tanto este abogado como otros letrados estadounidenses han visitado algunas veces la base de Guantánamo y ha mantenido algunas conversaciones con prisioneros, dijo que varios de ellos "han estado tratando de matarse durante meses, si no durante años". "Si el Pentágono ahora se apresura a dar la información de los primeros suicidios en Guantánamo es por una decisión táctica de sacarse el tema de encima cuanto antes", añadió. "El suicidio de prisioneros es la peor pesadilla para el Gobierno".
Una comisión de la ONU dijo el pasado 19 de mayo que mantener a detenidos de manera indefinida en Guantánamo viola la prohibición mundial contra la tortura y señaló que Estados Unidos debería cerrar el centro. La canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro holandés, Anders Fogh Rasmussen, y el fiscal general británico, Lord Goldsmith, se encuentran entre las últimas personalidades políticas que han pedido a Estados Unidos que cierre la prisión.
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