Romano Prodi logra la confianza del Senado italiano para su nuevo Gobierno

El primer ministro italiano, Romano Prodi, ha salvado el tramo más importante de la investidura, al conseguir el voto de confianza en el Senado, donde cuenta con una estrecha ventaja ante la oposición conservadora. La confianza la ha logrado con 165 votos a favor y 155 en contra. Además de suficiente, esta mayoría ha sido superior a la que en 1996 consiguió el antiguo ejecutivo. Él mismo se ha encargado de recordar este dato tras la votación.

Romano Prodi ha conseguido la confianza suficiente del Senado italiano, gracias a los votos a favor de los senadores de la coalición de centroizquierda en el Gobierno y los siete senadores vitalicios. El líder de La Unión sólo cuenta con dos escaños más que los conservadores en la Cámara Alta, por lo que este paso era muy importante, sobre todo después de que ayer Italia de lo Valores -una de las formaciones de su coalición- cuestionara su apoyo. Este partido, que cuenta con cinco senadores, amenazó con no votar como protesta por la decisión de Prodi de no mantener un ministerio para los italianos en el extranjero.

Antes del voto, Prodi ha rebatido las críticas de la oposición a su Ejecutivo, al que acusan de frágil y poco duradero, vista la estrecha victoria en las elecciones y la cantidad de partidos que forman la coalición. "Dicen que no nos comeremos el panettone (dulce típico) en Navidad", pero "tenemos una mayoría compacta y cohesionada en ambas Cámaras y ganaremos en el terreno nuestro camino". Es más, Prodi ha tendido una mano a los conservadores, al señalar que no se harán cambios en la Constitución y la ley electoral "si no es con un diálogo amplio y en profundidad con la oposición".

Después de anunciar que propondrá al Parlamento la retirada de las tropas de Irak en "los plazos técnicamente posibles", Prodi ha pedido a la oposición que deje a un lado "las inútiles polémicas léxicas" y ha recordado que el Ejecutivo de Berlusconi anunció el regreso de las tropas antes de fin de año.

Como ya había anunciado, el nuevo presidente del Gobierno italiano hará del crecimiento económico la gran prioridad, "al que está dirigido todo nuestro programa". Pero para ello, ha recordado, hay que poner "en orden" las cuentas públicas, controlar el gasto público central y local y gestionarlo "con seriedad".