Berlusconi cierra entre insultos la campaña electoral mientras que Prodi promete diálogo

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha cerrado hoy la campaña electoral reiterando sus insultos contra la izquierda, mientras el líder de la oposición, Romano Prodi, ha preferido hacerlo exigiendo "un poco de felicidad para todos" los italianos "después de cinco años de tristeza". Según los últimos sondeos, que datan del 25 de marzo, el líder de centroizquierda adelanta a Berlusconi en intención de voto con una diferencia de entre 3,5 y 5 puntos.

El jefe del Gobierno ha escogido la plaza del Plebiscito, en Nápoles (sur de Italia), para poner punto final a la campaña de los comicios que se celebrarán el próximo domingo y el lunes. Ante miles de seguidores, Berlusconi ha cargado contra los partidos integrantes de la alianza de centroizquierda La Unión, a cuyos líderes llamó "los herederos de Stalin, Mao, y Pol Pot".

El líder de la derecha ha evocado el fantasma del comunismo y ha afirmado que la elección "no es entre Berlusconi y Prodi", sino entre la Italia que él representa y la de la izquierda. Además, Berlusconi ha asegurado que la Italia de la izquierda es "la de las tasas, los insultos, las mentiras, las puertas abiertas de par en par a los inmigrantes clandestinos, los antiglobalización que queman las banderas de potencias amigas y los que quieren quitar el crucifijo de las escuelas".

Tras recitar esta retahila de calamidades, el jefe del Ejecutivo italiano, el primero en completar una legislatura de cinco años en la historia de la República, ha hablado de su Italia, "la de la derecha", a la que describió como la de "la tolerancia, el respeto hacia todos, el bienestar y una Italia que sobre todo sabe amar".

Tan buenas cualidades no han caracterizado el final de su discurso, que Berlusconi ha rematado diciendo: "Ganaremos porque no somos gilipollas". Se trata del mismo insulto que el primer ministro ha reiterado en varias ocasiones durante las últimas 48 horas en rerefencia a los que piensan votar a la izquierda.

Prodi apuesta por el diálogo

Por su parte, Romano Prodi ha ofrecido su último mitin de campaña en la Plaza del Pueblo, en Roma, donde mucha gente llevaba camisetas en las que se podía leer: "Yo soy un gilipollas", como respuesta a las palabras del primer ministro italiano. En una plaza convertida en un bosque de olivos, encinas y margaritas, los símbolos estampados en las banderas de los principales partidos que integran la Unión, Prodi ha explicado que la campaña ha sido, a su pesar, "muy áspera" por la agresividad de Berlusconi y los suyos.

A continuación, ha señalado que son ciertas las palabras de Berlusconi acerca de que el centroizquierda "quiere que sean iguales el hijo del obrero y el hijo del abogado". "Sí, exactamente ése es nuestro pensamiento, porque para nosotros sí son iguales y tienen los mismos derechos y el mismo derecho a mirar la vida con las mismas oportunidades", ha declarado el ex presidente de la Comisión Europea.

Prodi ha asegurado que, en caso de vencer, el suyo "será un Gobierno para todos los italianos, incluso aquellos que no hayan votado a la Unión", y describió el futuro del país como uno "en donde prime el diálogo, donde cuenten más las mujeres y donde haya más Europa". Con respecto a los ataques de Berlusconi contra la Unión Europea y el euro, Prodi ha afirmado: "Si se hubiera escuchado más la voz de Europa, hoy habría más paz en el mundo".