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La policía carga contra los opositores en la jornada de protesta más violenta en Bielorrusia

Detenido uno de los líderes opositores al término de una nueva manifestación contra los resultados de las presidenciales

Las protestas ciudadanas en Bielorrusia contra la reelección fraudulenta de Alexandr Lukashenko en los comicios presidenciales celebrados el 19 de marzo han vivido hoy su jornada más violenta. La policía ha cargado contra miles de manifestantes en Minsk, la capital de esta ex república soviética, y ha detenido a decenas de personas entre las que se encuentra el opositor Alexandr Kozulin y un cercano colaborador del principal líder de la oposición, Alexandr Milinkevich.

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La violencia se ha desatado después de que la policía bloqueara el paso a unos mil manifestantes que se dirigían a la prisión donde se encuentran detenidos ciudadanos que participaron en anteriores protestas. Los agentes ha dispersado la concentración avanzando entre la multitud armados con porras y escudos, mientras se escuchaban gritos de "¡fascistas!" dirigidos a la policía.

Durante los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes se ha podido escuchar el sonido de al menos cuatro explosiones, aparentemente causadas por granadas lanzadas por los antidisturbios. Además, la policía ha detenido a una veintena de personas, entre ellas el opositor Alexandr Kozulin. El también candidato presidencial y principal líder de la oposición, Alexandr Milinkevich, ha desmentido en declaraciones a la agencia France Presse que hubiera sido arrestado, como poco antes habían anunciado las agencias rusas, aunque ha señalado que su portavoz, Pavel Mazheika, ha corrido peor suerte. Según testigos, al menos dos personas permanecían tendidas en el suelo después de los enfentamientos, aparentemente heridas de gravedad, antes de ser evacuadas en ambulancia.

La protesta frente a la prisión ha tenido lugar después de otra manifestación multitudinaria en un parque de la capital, escenario elegido por las fuerzas opositoras ante la imposibilidad de acceder a la plaza de Octubre. Los manifestantes han intentado entrar en esta plaza, cercada por miles de antidisturbios, armados con banderas rojiblancas y al grito de "¡Viva Bielorrusia!", "¡No hay celdas para todos!" y "¡Policías, uníos al pueblo!". Las fuerzas del orden habían cortado las salidas del metro y habían suspendido los transportes públicos en la zona.

"Nos hemos librado del miedo"

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Poco antes de estallar la violencia, Milinkevich (al que el recuento oficial otorga el 2,2% de los votos), ha anunciado la creación de un "amplio movimiento político", cuyo objetivo es "acabar con la dictadura" del actual jefe de Estado, Alexandr Lukashenko. "Nuestros lemas son Libertad, Verdad y Justicia", ha proclamado. Y ha añadido que el objetivo es "conseguir elecciones justas y honradas sin el actual jefe de Estado". Milinkevich ha exhortado a "no esperar cinco años más (de mandato presidencial) para construir una Bielorrusia libre" y, ante la imposibilidad de intervenir por radio y televisión, controladas por las autoridades, ha prometido "inundar el país de periódicos y llegar hasta cada ciudadano engañado". "Nadie cree en los resultados de las elecciones", ha dicho, y "lo principal es que nos hemos librado del miedo y son ellos ahora quienes nos temen a nosotros".

De acuerdo a los datos oficiales, el actual presidente Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994, consiguió un 83% de los votos. La Unión Europea considera que Lukashenko es el responsable del fraude que permitió su reelección con el 83% de los votos, y tiene previsto vetarle la entrada al territorio comunitario. Estados Unidos también se plantea imponer sanciones.

Un manifestante bielorruso sostiene un clavel frente a la policía durante una marcha de protesta en el centro de Minsk.
Un manifestante bielorruso sostiene un clavel frente a la policía durante una marcha de protesta en el centro de Minsk.EFE

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