Un ataque de seguidores del presidente marfileño obliga a la ONU a replegarse al norte del país
La revuelta de los partidarios de Gbagbo se extiende por varias ciudades de Costa de Marfil ante la impotencia de Naciones Unidas, que vigila que no estalle una nueva guerra civil
Alrededor de 200 cascos azules de las fuerzas de paz de la ONU en Costa de Marfil se han visto obligados a abandonar la localidad de Guiglo, 300 kilómetros al oeste de Abiyán, la capital del país africano, después de que una multitud enfurecida irrumpiera en dicho enclave, quemando y saqueando edificios e instalaciones de Naciones Unidas. En los enfrentamientos han muerto al menos cinco personas y otras 10 han resultado heridas, según han informado fuentes médicas citadas por la Red Integrada de Información de la ONU (IRIN). Esta noche, el presidente, Laurent Gbagbo, ha instado a sus seguidores a terminar con las protestas. "El presidente pide a la población que se retire de las calles y vuelva a sus casas inmediatamente", ha declarado en un comunicado publicado en los medios estatales.
El incidente se ha producido en el tercer día de protestas en las principales ciudades del país. Los manifestantes se oponen a la recomendación hecha por un comité internacional que supervisa el proceso de paz en Costa de Marfil para que el Parlamento, cuyo mandato expira ahora, se disuelva. Los simpatizantes del presidente Laurent Gbagbo rechazan dicha decisión porque el parlamento es uno de los últimos bastiones de su actual poder. Ayer mismo, el mandatario marfileño anunció que su partido abandonaba el proceso de paz al tiempo que reclamó la salida del país de las fuerzas internacionales de pacificación.
Caos en Abiyán
Mientras, Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil, continúa sumida en el caos por tercer día consecutivo, con jóvenes seguidores de Gbagbo acosando los edificios de Naciones Unidas y la embajada de Francia, según el corresponsal de la BBC en la zona. Algunos manifestantes han llegado a tomar el control del edificio de la televisión, mientras que varios miles de personas intentan asaltar esta noche la sede de Naciones Unidas.
Hoy la situación se ha recrudecido en la localidad de Guiglo, también en la zona controlada por el presidente Gbagabo. Los soldados de Bangladesh integrados en la fuerza multinacional han intercambiado disparos durante la pasada noche con atacantes que intentaron entrar en sus recintos, lo que finalmente obligó a evacuar a todos los empleados de la ONU así como a los soldados.
Numerosos jóvenes adscritos al movimiento Jóvenes Patriotas, leales al presidente marfileño, saquearon e incendiaron las oficinas de la ONU y de ONGs como OCHA, ACNUR y Save the Children. Fuentes de la ONU han informado de que "las oficinas de la OCHA en Guiglo está ardiendo al igual que las de la OIM y ACNUR. Las oficinas de Save the Children han sido saqueadas".
Un responsalbe militar de Naciones Unidas ha explicado que los cascos azules y el personal de la ONU se han dirigido hacia el norte a una zona de seguridad más vigilada que separa al Gobierno de los combatientes rebeldes. Los cascos azules y soldados franceses supervisan la zona de separación entre el norte, controlado por los rebeldes, y el sur del país, controlado por el Gobierno.
Un país dividido en dos
Costa de Marfil, el principal productor de cacao del mundo, sufre una guerra civil larvada desde que el grupo rebelde Fuerzas Nuevas se hizo con el control del norte del país, hace tres años. La crisis que atraviesa el pequeño país africano, la peor de su historia desde su independencia de Francia en 1960, estalló el 19 de septiembre de 2002 con el levantamiento armado de 800 militares que exigían la renuncia de Gbagbo, entre otras demandas. La guerra civil causó al menos 2.000 muertos y más de un millón de desplazados, y las hostilidades cesaron a comienzos de 2003, aunque se reanudaron brevemente en noviembre pasado.
A pesar de que han sido firmados tres acuerdos de alto el fuego para preparar el camino para la paz y de que en diciembre pasado se formó un Gobierno de unidad nacional con representantes de todas las partes, la situación aún es inestable. Hasta ahora, los esfuerzos para lograr un acuerdo de paz y reunificar Costa de Marfil, llevados a cabo por Naciones Unidas, han fracasado. La ONU mantiene cerca de 6.000 efectivos en Costa de Marfil, un destacamento que, junto con 4.000 soldados de una fuerza de paz de Francia, velan por el mantenimiento del alto el fuego en este país africano.
Firme condena de la UE
La Unión Europea ha condenado hoy "firmemente" los "actos de violencia orquestada" que se están produciendo en Costa de Marfil, especialmente en Abiyán. "Estos actos constituyen graves obstáculos al proceso de paz", ha proclamado la presidencia austriaca a través de una declaración en nombre de los Veinticinco. "La UE lanza un llamamiento a todos los actores políticos para que cesen inmediatamente estos actos inaceptables, y pide que se tomen todas las medidas necesarias para asegurar la seguridad de la presencia internacional y diplomática".
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