Fox no irá a los actos de toma de posesión del primer presidente indio boliviano

Los primeros intercambios epistolares entre el presidente electo boliviano, Evo Morales, y el Gobierno de Vicente Fox no auguran unas relaciones fluidas entre Bolivia y México. De las palabras a los hechos: el gobernante mexicano no asistirá a los actos de toma de posesión del primer presidente indio del país andino, el próximo 22 de enero en La Paz. La Cancillería alega que Morales no invitó personalmente a Fox y sí al subcomandante rebelde Marcos, líder del movimiento zapatista, y al dirigente opositor Cuauhtémoc Cárdenas. Consecuencia: la representación oficial mexicana en la capital boliviana será de mínimo nivel y se reducirá al embajador Juan Antonio Zavalgoitia.

"La relación entre países es una relación entre países, no es una relación con partidos políticos o con agrupaciones de cualquier naturaleza.

Y eso sí es un mensaje que no corresponde a lo que debería de ser, debería haber una invitación al Gobierno de México que representa en este momento al Estado de México, a su toma de posesión", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez.

El presidente Fox no viajará a Bolivia, pero es más que probable que lo haga a Tegucigalpa el 27 de enero, para asistir a la investidura del presidente hondureño, Manuel Zelaya.

Viaje a Honduras

La versión oficial sostiene que el presidente mexicano no acude a ceremonias de cambio de Gobierno y, según ha dicho el portavoz Rubén Aguilar, el viaje a Honduras será una excepción para ayudar a "fortalecer el proceso democrático" en Centroamérica.

Marta Sahagún, esposa de Fox, ha asistido a varios actos de este tipo en representación de su marido, concretamente a Perú, Nicaragua y Honduras.

Desde Suráfrica, Evo Morales intentó zanjar la polémica al invitar a Fox a su toma de posesión en La Paz y para "hablar de frente sobre los intereses de nuestros países". El presidente electo pidió al mexicano respeto a los pueblos indígenas de América. El cruce de palabras poco amistosas comenzó con unas declaraciones de Fox sobre las pretensiones del nuevo mandatario boliviano de nacionalizar los recursos energéticos de su país. Dijo a una emisora de radio que si Bolivia se negara a exportar gas a México "pues lo van a consumir ahí o se lo van a comer ahí, allá ellos".

La réplica vino de un grupo de legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, que calificó las palabras del presidente mexicano de insulto a Bolivia. El senador Antonio Peredo se refirió a Fox como "un mal charro mexicano". A su vez, el presidente electo dijo sentirse humillado por las palabras de Fox.

En las últimas horas la tensión ha disminuido aparentemente, con la lectura por parte del portavoz presidencial mexicano de una carta de felicitación de Fox a Morales cuando éste ganó las elecciones en diciembre. Rubén Aguilar aseguró que México sigue interesado en comprar gas a Bolivia.