Más de 345 peregrinos mueren en la peor estampida en La Meca de los últimos 15 años
La tragedia ha tenido lugar cuando los musulmanes cumplían con el ritual de la lapidación
Más de 345 personas han muerto y otras 300 han resultado heridas en una estampida producida en un puente abarratado de peregrinos musulmanes a la entrada de la ciudad saudí de La Meca. Es la peor tragedia de los últimos 15 años de peregrinaje anual a La Meca, que conmemora la huida de Mahoma y es uno los pilares de la fe musulmana.
La tragedia ha tenido lugar en el puente de Jamarat, donde se suben los fieles, este año cerca de dos millones y medio, para lanzar piedras contra las columnas que simbolizan al diablo, en el llamado ritual de "la lapidación de las tres columnas de Satán". Según el ministro saudí de Sanidad, la estampida se desató después de que muchos peregrinos, desoyendo la prohibición, intentaron recuperar sus equipajes, caídos al suelo, cuando se acercaban cargados para cumplir con la tradición.
A la entrada del puente es donde se produjo una gran aglomeración. Algunos equipajes cayeron al suelo -según los testigos y las autoridades saudíes- y los peregrinos, al detener su marcha para recogerlos, hicieron tropezarse a los que venían detrás, y estos a los siguientes, convirtiendo el puente en una trampa mortal.
"Me caían los muertos encima"
"Yo solo sé que me caían los muertos encima y tenía las piernas agarrotadas, no paraba de gritar y nadie me oía, hasta que vino un soldado y me sacó de aquel montón de cadáveres", ha relatado un superviviente de nacionalidad paquistaní. "Oí gritos y miré a mi alrededor, y vi a la gente saltando, unos por encima de otros. La Policía vino y acordonó el área, y empezaron a sacar cuerpos y a apilarlos. No pude contarlos, eran muchos", ha relatado otro testigo, el peregrino egipcio Suad Abu Hamada. Las imágenes de las televisiones muestran filas de fallecidos tendidos en la calle y tapados con mantas.
Según la televisión estatal, las víctimas proceden en su mayoría del sur de Asia. El puente de Jamarat, pese a su enorme anchura, equivalente a una autopista de ocho carriles, es un cuello de botella para las multitudes que acuden cada año a La Meca. El ritual del apedreamiento es un absoluto caos. Miles de peregrinos entran hacia las columnas por el mismo sitio por donde otras salen; todas se chocan entre sí; las personas se agarran con fuerza unas a otras para no perderse entre la muchedumbre, formando grupos compactos que arrollan a quien se ponga por delante. De hecho, este lugar ha sido ya escenario de otras estampidas mortales. En 1990 murieron 1.426 personas y en febrero de 2004 murieron 244 en otra avalancha.
La peregrinación o Hajj de este año se había visto ya ensombrecida por la muerte de 76 personas en el derrumbamiento de un edificio usado como hospedaje por los peregrinos en la ciudad de La Meca, el pasado 5 de enero.
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