Chirac anuncia un plan de integración social para 50.000 jóvenes de entornos marginales

El presidente francés, Jacques Chirac, ha querido poner la nota en el aspecto social de la crisis que afecta al país desde hace dos semanas, y sin olvidarse de recordar que su prioridad sigue siendo reestablecer el orden, ha centrado su discurso televisado de esta noche sobre esta "profunda enfermedad" en la forma de atacarla de raíz, luchando con los principios fundamentales sobre los que se construye la nación contra la discriminación y la pobreza, y sobre todo contra la que afecta a los jóvenes en los barrios marginales de las grandes ciudades.

"Cualquiera que sea su procedencia, todos son hijos de la República", ha señalado Chirac en su alocución contra el "veneno" del racismo. El presidente francés ha llamado a respetar la diversidad de la sociedad francesa, y para ello ha dejado claro que el deber del Estado es "ofrecer a todos las mismas oportunidades". Porque hay "sectores con demasiadas dificultades, con violencia, tráfico, mucho desempleo", porque hay barrios marginales en los que "demasiados jóvenes no pueden encontrar empleo o acabar sus estudios".

Ahí cree Chirac que reside la semilla última de la ola de violencia urbana que ha sacudido Francia en los últimos días, y ahí ha querido poner hoy el énfasis, con medidas como la creación de un pelotón de voluntarios que ayuden a suplir la falta de salida de los jóvenes de barrios marginales; esta iniciativa (que debe implicar a 30.000 chicos en 2006 para llegar hasta los 50.000 en 2007) permitirá que los beneficiados se integren en el Ejército (10.000 primero, 20.000 en 2006), la policía (5.000 para 2007), las organizaciones ecológicas, el mundo de la cultura, etcétera.

Chirac ha pronunciado su discurso apenas horas después de que el Gobierno diera luz verde a un proyecto de ley para prorrogar tres meses más el estado de emergencia, que está en vigor desde el miércoles pasado. La medida deberá ser refrendada por la Asamblea Nacional; la legislación actual impide prolongar esta situación más de 12 días.

Esta noche, los disturbios se han vuelto a repetir en varias ciudades, donde los jóvenes violentos continúan quemando vehículos y han lanzado cócteles molotov contra edificios públicos. El toque de queda se aplica en una treintena de localidades esta madrugada mientras que otras, como Le Mans, se han unido a la prohibición de venta de gasolina en latas o bidones para evitar que pueda ser empleada en la fabricación de artefactos incendiarios. En Toulouse, al sureste del país, varios vehículos han ardido y un colegio ha sufrido graves daños. En Lyon, la tercera ciudad en importancia de Francia, los enfrentamientos entre los jóvenes violentos y la policía, que hasta ahora tenían lugar en los suburbios, han llegado por primera vez al centro.

En su discurso, Chirac ha expresado su voluntad política para acabar con esta situación, que afirma viene respaldada por medidas sociales y su dotación económica correspondiente. Pero según ha dicho es al final responsabilidad de cada ciudadano luchar contra el racismo y la desigualdad y evitar dar una respuesta violenta ante estas lacras. "Esta lucha solo se gana si cada uno se compromete personalmente", ha dicho. Por si acaso alguno no se daba por aludido, ha incidido en que políticos, medios de comunicación, empresas y sindicatos deben tomar nota. "Hay que tener lucidez para sacar la lección de esta crisis respetando las reglas, sabiendo que no se puede violar impunemente la ley pero también actuando con lealtad con los principios sobre los que se funda Francia", ha concluido.