Schröder inicia la campaña con una acusación a los democristianos de dividir Alemania

El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha iniciado hoy la campaña para las elecciones generales del 18 de septiembre con un un mitin en Hannover, su ciudad natal, en el que ha dicho que la oposición democristiana divide Alemania.

El líder socialdemócrata comienza así su carrera para intentar recuperar votos y popularidad entre el electorado tras la incierta situación económica que vive Alemania desde hace meses. Schröder ha criticado a su rival, la democristiana Angela Merkel, de la CDU, y ha aprovechado para resaltar las diferencias de ésta con Edmund Stoiber, el dirigente de la Unión Socialcristiana.

El canciller federal ha echado de nuevo mano de un recurso que en el pasado le sirvió para ganar popularidad: las críticas al presidente de Estados Unidos, George W. Bush. En esta ocasión ha sido a propósito de la tensión diplomática que ha propiciado la reanudación del programa nuclear de Irán. Sobre las declaraciones de Bush, en las que éste no ha descartado el uso de la fuerza para vencer la voluntad iraní, Schröder ha sido tajante: "Hay que eliminar las opciones militares". "Hemos visto que no son adecuadas", en una clara alusión a la situación en Irak.

Schröder ha conocido hoy una nueva encuesta desfavorable en la intención de voto de los alemanes. Sólo el 28% de los alemanes le respalda, mientras que los democristianos obtienen el apoyo del 41%.

A esto se une otra mala noticia en la economía. El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania no ha crecido en el segundo trimestre del año, con lo que en el último año el aumento es un raquítico 0,6%.