La UE amenaza a Irán con denunciarlo ante la ONU si reanuda su programa nuclear
El régimen iraní asegura que "el tiempo de la amenaza y de la intimidación ya ha pasado"
Alemania, Francia y Reino Unido, los países que forman la tríada europea encargada de las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear, han respondido hoy con firmeza al órdago lanzado ayer por el régimen de Teherán, que pretende reanudar parte de las actividades nucleares sin esperar a la nueva propuesta europea. En una carta firmada por los ministros de Exteriores de estos países y por el alto representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, advierten a Irán de que, si no dá marcha atrás, darán por terminadas las negociaciones y recurrirán al Consejo de Seguridad de la ONU, con capacidad para dictar sanciones. Irán ya ha rechazado estas presiones apelando a su "legítimo derecho" a desarrollar un programa "pacífico".
"Si Irán reanudase las actividades actualmente suspendidas, nuestras negociaciones terminarían y no tendríamos más opción que seguir otros rumbos de acción", reza la carta firmada por Joschka Fischer, Philippe Douste-Blazy, Jack Straw y Javier Solana, que ha sido emitida 24 horas después de que Teherán notificara al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) su intención de reanudar la conversión de uranio en su central nuclear de Isfahán. Aunque no detalla cuáles serían estos "otros rumbos", es una alusión velada a la denuncia al Consejo de Seguridad de la ONU, que EE UU persigue desde hace meses. En su mensaje, dirigido al principal negociador iraní y secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Hasan Rohani, los cuatro instan a Irán a no reanudar esas actividades, a no tomar "otras medidas unilaterales" y a confirmar "sin tardanza" su "pleno compromiso" con el acuerdo de París.
Una actitud que aumenta las sospechas
En virtud de este pacto, suscrito por Irán el pasado noviembre con Alemania, Francia y el Reino Unido, el régimen iraní se comprometió a suspender sus actividades nucleares de conversión y enriquecimiento de uranio mientras se llevaba a cabo un proceso de negociación en el que los europeos han prometido incentivos políticos, económicos y comerciales a cambio del abandono definitivo del programa, susceptibles de dotarle del arma nuclear. En la misiva, entregada a mediodía en Teherán, los europeos recuerdan a Irán que el acuerdo de París incluye la producción en toda instalación de conversión, por lo que si aplica su decisión de reanudar las actividades suspendidas en Isfahán, violaría el pacto y la resolución de la Junta de Gobernadores de la OIEA. También aumentaría la preocupación internacional sobre "el verdadero objetivo del programa nuclear" iraní, durante varios años clandestino.
En este sentido, subrayan que "si las intenciones de su programa nuclear son exclusivamente pacíficas", Irán no tiene "ninguna" necesidad "urgente" de producir combustible nuclear "ni ningún otro motivo para reanudar la actividad en Isfahán". Tras evocar sus propuestas para un acuerdo a largo plazo -que entregarán a Irán el día 7 o "antes si es posible"-, expresan su preocupación porque Teherán "propone ahora dar un paso que pondría fin al diálogo" antes de que presenten "estas ideas detalladas". Los europeos reiteran que sus propuestas a Irán incluirán la cooperación en temas políticos y de seguridad y en los ámbitos económicos y tecnológicos, así como la disposición a apoyar un programa nuclear civil "seguro, viable y no proliferante". "Pero sólo podemos continuar con este proceso si ambas partes cumplen" las obligaciones suscritas en el acuerdo de París.
Por último, informan a Rohani de que pedirán una reunión "especial" de la Junta de Gobernadores de la OIEA "en los próximos días" para adoptar una posición conjunta. Más concreto y contundente ha sido el primer ministro francés, Dominique de Villepin, que se ha pronunciado a favor de recurrir ante el Consejo de Seguridad si Irán no cumple sus compromisos de suspender la "conversión, reprocesamiento y enriquecimiento" de uranio. "Irán debe cumplir los compromisos suscritos", ha subrayado Villepin en una entrevista esta mañana en la emisora Europe 1, para añadir que "si Irán no acata" lo acordado, será llevado ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En la misma línea, el ministro de Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, ha alertado de que podemos estar ante "el comienzo de una gran crisis internacional" al tiempo que pedía a Irán su regreso a la negociación.
La "firme voluntad" de Occidente
"El asunto iraní es muy grave", ha subrayado Douste-Blazy tras el Consejo de Ministros. "Si Irán no da marcha atrás, estaría en una posición puramente unilateral", ha añadido el ministro galo, que ha recordado que Irán podría hacer frente a graves sanciones. También el canciller alemán, Gerhard Schröder, ha llamado a Irán a reanudar las conversaciones sobre su programa nuclear, al tiempo que le ha advertido de que no logrará dividir a Occidente en su "firme voluntad" de impedir el desarrollo de armas nucleares. Ayer, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, se pronunció en el mismo sentido: "Hemos dicho reiteradamente que si las autoridades iraníes no acatan sus acuerdos, tendríamos que recurrir al Consejo de Seguridad".
Tras recibir la carta de la UE, el régimen iraní la ha rechazado de plano apelando a su "legítimo derecho" a desarrollar un programa que, reitera, tiene "fines pacíficos". "El tiempo de la amenaza y de la intimidación ya ha pasado", ha indicado a la agencia oficial IRNA Hamid Reza Assefi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní. "En lugar de amenazarnos, los europeos deberían respetar el acuerdo de París", ha señalado, en referencia a la nueva propuesta que debe presentar la UE, a la que acusa de incumplir los plazos.
La central de Isfahán
El proceso que se realiza en Isfahán, precintada y paralizada desde noviembre del año pasado, es convertir el mineral de uranio en un gas llamado hexafloruro de uranio (UF6), la base para un posterior enriquecimiento. El uranio enriquecido tiene tanto aplicaciones civiles como militares: a bajos niveles se usa como combustible para plantas de energía nuclear, pero a altos niveles sirve para fabricar bombas atómicas. En todo caso, Irán ha puntualizado que no pretende iniciar la segunda fase y que su programa nuclear, que durante varios años fue clandestino, sólo tiene fines pacíficos.
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